El Barcelona de 0-4 a 4-0
Los que solo han visto el resultado y los goles dirán que este Barça funciona como una máquina de crear goles y fantasía.
Pues no. No es así. El Barcelona lleva dos partidos rozando el abismo. Uno muy profundo, el de la desolación.
Contra el Borussia también se salvaron cual funambulista, Ter Stegen se salió. Contra los otros dos también y nadie ha reparado en eso.
Dicen que hace su trabajo y que por eso le pagan y no es verdad. Lleva tres partidos haciendo milagros, no paradas normales.
Pero el problema radica en la estrategia y el flujo del juego ya que ni se defiende ni se ataca. Fundamentalmente porque no hay centrocampistas.
Le paso al City también contra los Wolves. Dos contras y 0-2.
El Barça no corre, no ha sabido correr nunca y así les va. Sin Alba y con Semedo más pendiente de atacar que defender, la defensa tiembla. Se enloquecen.
Un Dembélé que no está presente, Griezmann desaparecido, Coutinho regalado, Suárez un depredador dentro del área mientras fuera es negativo y Messi sin sprint, nos regalan un circo de estanqueidad fatua. Un mimo de lo que fueron.
Al Madrid le pasó en París y aguantaron, al Barça de momento la hecatombe no ha sucedido, pero el clásico se acerca y da pavor.
La solución: un líder y un entrenador que se lo crea. Esperemos que pase.