Colts no tiene que buscarle un sustituto a Andrew Luck
Estaba viendo el juego entre Miami y Florida, cuando una notificación sonó en el teléfono. Cuando la leí pensé que era una broma o que me había engañado la vista. Así que leí de nuevo. Y no estaba equivocado, ni el mensaje ni lo que había leído: Andrew Luck anunciaría su retiro de la NFL.
Más tarde, al final del juego entre los Indianapolis Colts y los Chicago Bears, Luck lo hizo oficial.
“Ha sido incesante, implacable, tanto en temporada como fuera de temporada, y me sentí atrapado”, dijo Luck, refiriéndose al ciclo lesión-dolor-rehabilitación. “Y la única salida que veo es no jugar más al football. Es quitarme la alegría de este juego y... he estado atrapado en este proceso [y] no he podido vivir la vida que quiero vivir”.
Luck, de 29 años, llevaba meses lidiando con lesiones en la pantorrilla y tobillo; se perdió parte del training camp, la pretemporada y se especulaba que quizá no estaría listo para el inicio de la campaña regular.
Luck fue nombrado Comeback Player Of The Year en enero, tras iniciar los 16 partidos del calendario e imponer récords personales de pases intentados (639), completos (430), porcentaje de efectividad (67.3%) y rating (98.7). Eso después de perderse toda la temporada 2017 con una lesión en el hombro, que se agravó con una mala rehabilitación.
Jugó con dolor en el hombro durante la mayor parte de las temporadas 2015 y 2016, y entre esos dos años también se perdió algunos juegos con un riñón lacerado.
“Tengo dolor, todavía estoy adolorido. Han pasado cuatro años de este ciclo de dolor y rehabilitación”, dijo Luck. “Es una gran cantidad de problemas: tensión en la pantorrilla, en la parte posterior del tobillo, un esguince de tobillo. Parte de mi viaje hacia adelante será descubrir cómo sentirme mejor”.
Luck fue un guerrero, un jugador al que le gustaba el contacto. En algunos videos de NFL Films se le escuchaba felicitar a los defensivos cuando le daban un buen golpe.
Pero esos golpes van mermando, incluso a los atletas más fuertes en este deporte. Un quarterback de 29 años tiene al menos cinco años más de longevidad en la NFL, y están los casos de Tom Brady y Drew Brees, que siguen activos a los 42 y 40 años, respectivamente.
Eli Manning (38), Philip Rivers (37) y Ben Roethlisberger (37) son otros ejemplos de pasadores mayores de 36 años y que van a iniciar la campaña 2019 como titulares.
Los quarterbacks son más longevos ahora porque las reglas los protegen cada día más. Lo cual está bien. No es queja.
Pero Luck jugaba la posición con la mentalidad de un linebacker. Y ese estilo lo hace responsable de este prematuro adiós de la NFL.
“Esta no es una decisión fácil. Es la decisión más difícil de mi vida. Pero es la decisión correcta para mí”, dijo Luck en la conferencia de prensa del sábado por la noche.
Se le va a extrañar como se le extraña a cualquiera que pasó por la NFL y jugó como un guerrero.
EN MANOS DE BRISSETT
Ahora este equipo le pertenece a Jacoby Brissett, quien está por iniciar su cuarto año en la NFL y tercero con los Colts.
Los fans de Indianapolis no tienen buenos recuerdos de Brissett, porque en 2017, cuando suplió a Luck, inició 15 juegos y sólo pudo ganar cuatro. Pero eso fue en su segunda campaña en la NFL, después de únicamente jugar como titular un par de partidos con los New England Patriots en 2016.
En dos juegos de pretemporada, Brissett ha demostrado tener dominio de la ofensiva del coach Frank Reich. Se vio particularmente bien contra Cleveland. En ese partido completó ocho de 10 para 100 yardas y un pase de touchdown de 12 yardas con el tight end Eric Ebron.
Los Colts no tienen que buscar un quarterback titular porque con Brissett están en buenas manos.
“No vamos a pedirle a Jacoby Brissett que sea Andrew Luck”, dijo el gerente general de los Colts, Chris Ballard. “Andrew Luck fue un jugador único, pero Jacoby Brissett es un ganador en esta liga. Jacoby Brissett es un líder. Ese locker room ama a Jacoby Brissett. Lo aman”.
EL FUTURO
Pero si Brissett no puede con el paquete, Indianapolis tendrá que buscar -nuevamente- a su quarterback franquicia. Afortunadamente para los Colts, el Draft 2020 podría ofrecer hasta tres pasadores dignos de ser reclutados en la primera ronda: Tua Tagovailoa (Alabama), Jake Fromm (Georgia) y Justin Herbert (Oregon).
Indianapolis tiene un par de selecciones en la segunda ronda en 2020, léase material suficiente para hacer un canje en caso de que necesiten subir algunos escalones en la primera ronda para seleccionar al quarterback que deseen.
Para eso falta mucho football. Quizá ahora los Colts no puedan ser considerados favoritos en la División Sur de la AFC, menos contendientes al Super Bowl, pero con Brissett y una de las mejores defensivas en la Conferencia, el equipo del coach Reich será competitivo desde la Semana 1.