Los Red Sox, con un inesperado inicio desastroso en el pitcheo
La defensa del título de los Red Sox ha tenido un comienzo para el olvido y todo parte del montículo, donde ni su as Chris Sale salió adelante.
Hace apenas unos meses, la rotación de abridores de los Boston Red Sox solía ser una garantía. Ahora en esta nueva temporada, lo único seguro es que van a otorgar batazos de largo metraje.
Después de sumar su cuarta derrota de la campaña, algo que en 2018 no sucedió sino hasta el 21er juego de la temporada, los Red Sox lucen como cualquier cosa menos como el campeón defensor que viene del mejor año en la historia de la franquicia.
La respuesta a todos sus problemas es simple: Pitcheo.
Pitcheo abridor para ser precisos. La noche del lunes David Price sirvió otros tres cuadrangulares, elevando el total de la rotación de Boston a 11 home runs en apenas cinco partidos, y 15 de todo el cuerpo de lanzadores en la actual temporada (cifra más alta en Grandes Ligas). Como un punto de referencia, permitieron nueve vuelacercas en toda la postemporada anterior.
No es demasiado pronto para que el manager Alex Cora comience a apretar el botón del pánico. La rotación de Boston incluye a dos ganadores del Cy Young (Price y Rick Porcello), a uno de los mejores lanzadores de la actualidad en Chris Sale y a un Nathan Eovaldi que viene de ser uno de los héroes de postemporada y estrena un contrato de cuatro años y 68 millones de dólares.
Sin embargo, ninguno de ellos tiene una efectividad por debajo de 6.00 (Price). Eovaldi (10.80 y 3 HR permitidos), Eduardo Rodríguez (10.38 y 1 HR), Sale (21.00 y 3 HR) y Porcello (13.50 y 1 HR) completan lo que de inicio luce como un problema de matemáticas más que como una rotación respetable.
El paupérrimo inicio de los lanzadores de Boston, desde luego, tiene solución y la probabilidad de que la tendencia persista es mínima. Pero no deja de ser preocupante para un equipo que de perder el martes en Oakland habrá superado su racha más larga de derrotas de la campaña anterior, en donde nunca hilvanó cuatro reveces.
Nuevamente, podemos rastrear el éxito del 2018 al pitcheo. Boston llegó con marca de 17-2 antes de sufrir su primera racha de tres derrotas. Sus abridores no permitieron cuadrangular en los primeros tres juegos de temporada, y el número 11 en contra llegó hasta el 26 de abril, cuando el equipo ya tenía registro de 19-5.
Los Red Sox son últimos de la MLB en cuadrangulares permitidos (15), slugging (.617) y derrotas (4), penúltimos en OPS (.893), y el tercer peor lugar en efectividad colectiva (7.24).
Hay mucho que corregir. Y aunque 162 juegos podrían parecer muchos, no se requiere de demasiado tiempo antes de que Boston empiece a remar contracorriente.