¿Qué fue de Ricardo Quaresma, heredero fallido de Luis Figo?
Recordamos la trayectoria del delantero portugués, quien con su calidad maravilló a miles de aficionados, pero no logró despuntar como se esperaba
En el año de 1996, en Portugal, un chico llamado Ricardo Quaresma comenzaba su formación en categorías menores del Sporting de Lisboa. A temprana edad llamó la atención por su estilo de juego, y naturalmente sus condiciones lo fueron elevando de categoría, pasando así en las categorías Sub-15, Sub17, Sub-19 y Sporting B.
Su crecimiento fue exponencial y para el año 2001, con 18 años de edad, por fin recibía una oportunidad con el primer equipo. Tan solo dos temporadas se mantuvo con el conjunto verdiblanco de Portugal, puesto que un gigante del fútbol de Europa apostaba por él para quedarse con sus servicios.
Así, Quaresma llegaba al FC Barcelona de España, sin embargo, su etapa con el equipo blaugrana fue una auténtica pesadilla. Tuvo roces con el estratega Frank Rijkaard, quien llegó a señalarlo por indisciplina. Por su parte, Ricardo Quaresma llegó a declarar que durante su paso por el FC Barcelona no aprendió nada de fútbol.
Crecimiento casi a la par con Cristiano Ronaldo
Quaresma y CR7 tuvieron una formación en el Sporting Lisboa. Ricardo siempre con mayor protagonismo, un paso delante de Ronaldo. De hecho, en su momento se esperaba mayor proyección de Quaresma a nivel mundial, pero la historia fue distinta.
En 2003 ambos jugadores fueron vendidos: Quaresma al FC Barcelona y Ronaldo al Manchester United. El desenlace de ambas carreras fue diametralmente opuesto; Quaresma vivió un largo peregrinar en el fútbol, en tanto que Ronaldo engrandeció su legado tras pasar por Manchester United, Real Madrid y Juventus.
A su salida de Barcelona, Quaresma pasó por el Porto, Inter de Milan, Chelsea, Besiktas y Al-Ahli de los Emiratos Árabes Unidos. El panorama no cambió mucho: sí, jamás estuvo en duda su nivel de juego, pero nunca pudo ser el referente que todo Portugal deseó.
Actualidad
Quaresma juega en el Besikstas de Turquía y tiene contrato hasta 2020. El atacante, que en incontables ocasiones maravilló al mundo por sus rabonas (algunas, jugadas de gol), tiene 35 años de edad y podría mantenerse algunos años más jugando al nivel que se exige en Europa. Eso sí, el salto de calidad que muchos soñaban, nunca llegó.
