Dentro del campo, Le’Veon Bell siempre ha ido al límite. Resulta que, al momento de buscar el salario que él cree que vale, también.
La temporada pasada, operando también bajo la etiqueta de jugador franquicia, el running back firmó su oferta el lunes previo al primer juego del equipo. Este año decidió que esa fecha era demasiado pronto.
Él tendrá sus motivos y a uno solo le queda especular. Motivos parece haber muchos.
Puede ser que esté lo suficientemente cómodo con la preparación que realizó durante la pretemporada para sentirse con la confianza suficiente de integrarse de inmediato al ritmo de sus compañeros. Debido a que su postura es estrictamente de negocios, es poco probable.
Puede ser que aún siga jugando al negociador de rehenes y siga poniendo presión a fin de llegar a un acuerdo por debajo de la mesa para que en febrero le muestren el dinero que siente que merece, y con tal fin esté dispuesto a sacrificar billetes este año (855,000 por juego) a fin de obtener el año entrante lo que considera justo. Probable.
También puede que haya decidido que los 14.54 millones de dólares que los Steelers le ofrecen bajo la etiqueta de franquicia no sean suficientes y debido a que ese es el MÍNIMO que el equipo está obligado a pagarle, busque que le suban unas monedas. También probable.
O simplemente Bell decidió que ya no quiere ser un Steeler y busca desesperar lo suficiente al equipo para que retire por completo la oferta de la mesa e ingrese de inmediato a la agencia libre. Como se demostró en el caso de Khalil Mack y los Bears, hay al menos un equipo allá afuera que está dispuesto a pagar. Lo sabe Bell. Muy probable.
Sea cual sea el caso, cada vez luce más improbable que cumpla lo que prometió en julio pasado, que 2018 “será su mejor temporada a la fecha”. Recordemos que en 2017, jugando este mismo juego de estira y afloja y me presento cuando quiero, le tomó cuatro semanas entrar en ritmo ofensivo, lo que le pudo haber costado el premio de Jugador Ofensivo del Año que ganó Todd Gurley y, eventualmente, su tan anhelado salario récord para esta nueva temporada.
Desde el punto de vista de Bell, es entendible su postura. Le’Veon Bell cuida de Le’Veon Bell y no está dispuesto a correr el riesgo de sufrir una lesión que le cueste millones a futuro a menos que sea estrictamente necesario. Aunque, posiblemente, no es el mensaje que quieres mandarle a tu próximo postor.
Desde el punto de vista de Pittsburgh, también sería entendible si deciden mantener explotar su talento hasta el límite de lo humanamente posible, y si se rompe en el proceso, qué lástima. De cualquier forma ese juguete no iba a ser tuyo mucho más tiempo.