Percy Harvin sufrió estrés mental indescriptible en la NFL
Después de dos años de haberse retirado de las canchas más exigentes del futbol americano, Harvin confesó los motivos para hacerlo.
Uno de los receptores más talentosos de la última era de los Gators ha abierto la puerta a su pasado. El antiguo jugador de los Buffalo Bills terminó su carrera de manera abrupta con solo ocho temporadas en la NFL. Las dudas de su salida fueron variadas, pero ahora Harvin ha sacado a la luz todos los problemas que sufrió durante su estadía en la liga.
El oriundo de Virginia confesó a Sports Illustrated que vivió dolores de cabeza a los cuales nunca tuvo palabras para describir; lo que más sufría eran las migrañas y las noches sin dormir que pasaban constantemente por ansiedad.
"Toma un martillo y pégate con él en la cabeza sin parar. Si intentas relajarte, platicar con alguien, no puedes, el martillo sigue golpeándote", describió el antiguo receptor abierto de 30 años edad. "Una mejor descripción sería decir que me sentía fuera de mi cuerpo".
En cuanto a la ansiedad, los ataques suenan tenebrosos, ya que el corazón se aceleraba de una manera que siempre preocupaba al exfutbolista: "Mi corazón no paraba, empezaba a sudar y sentía que todos en el cuarto me miraban. No podía hablar bien, no quería comer y siempre jadeaba. Trabajas tanto que las palabras no pueden salir de tu boca".
Harvin ahora vive en Gainesville, Florida, donde se convirtió en una estrella del equipo de futbol americano con los Florida Gators de principios del siglo. La meta de él estando ahí es estar en paz y terminar su licenciatura porque ahora se siente mejor y se siente listo de seguir hablando de los problemas que ha vivido.
"Muchas de las cosas contra las que luche ya no me afectan. Por eso me siento cómodo hablando de esto ahora. Me pueden preguntar lo que sea que deseen y no tengo problema, pruebas de drogas, peleas, lo que sea", declaró Harvin a Michael McKnight de SI.
En su carrera dentro de la NFL, el antiguo número 11 de los Bills atrapó 22 pases para touchdown y consiguió más de cuatro mil yardas antes de dejar el emparrillado en 2016.