Un día en el Mundial
Tú ya no estás, así que déjame que te cuente cómo ha cambiado el mundo
Recuerda que fue mi primer Mundial, con siete años, el de Naranjito, el de España. Me comprabas yogures naturales de los que nos regalaban cromos de Zico, Sócrates, Tigana o Rummenigge.
Antes, todo era más fácil, más barato y siempre ganaban los brasileños y los alemanes, aunque aquel Mundial lo ganó aquella Italia de los Rossi, Altobelli, Gentile, Cabrini y el inolvidable Tardelli con aquel segundo gol con el que se fue llorando a la banda y arrastró a toda Italia con él.
Aquella Italia ya no está, ni aquella ni ésta.
Ni la Francia de Platini tampoco está. La de hoy, con miles de millones en el balance, con Pogba, Griezmann, Mbappé, Démbéle, Giroud y compañía no han podido convencer contra una combativa Australia. Han ganado porque por fin la suerte se llama tecnología.
Y qué decir de Argentina, hundiéndose como el Titanic. Que el mejor jugador del Calcio, Dybala, esté en el banquillo y saque al 'Pipita' para ganarle a Islandia, es para quitar la tele e irse al bar a tomar un café.
Y mejor no hacer comparaciones con Maradona, Valdano y compañía ¿verdad? Mejor no o nos haremos daño.
Sobre España y el esperpento.
Ni un jugador ha dicho nada cariñoso sobre el injustamente echado entrenador, excepto Diego Costa (brasileiro), el caos que provocó el Madrid, Nacho que hace un penalti a Ronaldo clarísimo, De Gea que ya la pifió contra Suiza hace dos semanas y la volvió a pifiar, un centro del campo de leyendas como Iniesta, Busquets, Isco y el 'Chino'... y empatan contra Portugal.
Pero esa España del 82, la de Naranjito, tampoco está, ahora son campeones y, a pesar de directivos y cosas raras, pelearán para ganar.
Así que ya ves, han pasado 36 años, Perú volvió a perder, los cromos cuestan el 2.000% más y siguen siendo 90 minutos, 22 jugadores y una pelota que se chuta.