Giancarlo Stanton hace historia... y no de la buena

Giancarlo Stanton llegó esta temporada al Bronx con una maleta repleta de sueños y aspiraciones. Pero, al parecer, dejó en Miami lo más importante: su bate.

El toletero de los New York Yankees firmó el domingo 8 una actuación infame al irse de 7-0 en la derrota de su equipo 8-7 ante los Baltimore Orioles. No sería más que un mal juego si no existiera el antecedente de que Stanton sufrió su segundo juego de cinco ponches en lo que va de la incipiente temporada.

Apenas el martes, en su primer juego con el traje a rayas en Yankee Stadium, el actual MVP de la Liga Nacional sufrió el primer juego de cinco ponches en su carrera de nueve años en Grandes Ligas. No conforme, el domingo se ponchó otras cinco veces, incluyendo uno para el último out del encuentro con la carrera del empate en segunda para sembrar dudas entre la afición neoyorquina.

Si bien Stanton ya ha dado muestras del poder que lo encumbró como el toletero más temido de la Gran Carpa al disparar tres panorámicos tablazos en este inicio de campaña, los Yankees apenas juegan para .500 (5-5) y Giancarlo batea para .167 con siete imparables, cinco de ellos extrabases, con 20 ponches en apenas 42 turnos oficiales al pentágono. No es lo que el gerente Brian Cashman esperaba de su adquisición estelar.

Más importante aún, Stanton se convirtió en el primer jugador en la era de la pelota viva (1920) en tener dos juegos de cinco ponches en una sola temporada. Y lo peor para él y los Yankees es que apenas van 10 partidos. Durante su campaña de MVP, Stanton participó en 159 partidos la temporada pasada y nunca registró un encuentro con al menos cuatro chocolates.

Que Stanton sea propenso a los ponches no es novedoso. Durante sus nueve años de carrera acumula 1155 chocolates y un promedio de 188 por cada 162 partidos de una temporada. Sin embargo, el toletero ha iniciado la temporada con un ritmo de dos ponches por encuentro, una tasa difícil de justificar incluso si pone su cifra habitual de cuadrangulares.

Desde que llegó a Nueva York en un canje con los Marlins en diciembre pasado, Stanton ha dicho reiteradamente que no se siente presionado por la estirpe y la historia que acompañan a los “Bombarderos del Bronx. Y aunque siempre ha sido una de las mejores definiciones del término “Todo o nada” en Grandes Ligas, los números de este inicio de campaña parecen indicar que, efectivamente, Stanton ha querido hacer de más con su nuevo equipo, presionándose a la hora de ir al plato a fin de satisfacer las expectativas de su llegada.

Tal vez deba aguardar a que su juego, y por ende sus números, le lleguen naturalmente o de lo contrario los abucheos serán recurrentes en su nueva casa y, como Alex Rodriguez podrá testificar, nadie quiere tener de enemigos a los “Bleacher Creatures”.