Héctor Rondón: "Me frustré en Chicago, pero ya es pasado"
El lanzador venezolano, que acumula cinco años en las Mayores, asegura que fue difícil pero que "aprendió de esa experiencia que ya está en el pasado".
La carrera de Héctor Rondón tuvo un antes y un después con la llegada de Aroldis Chapman a los Chicago Cubs, a mediados de la campaña 2016. Ese año, los oseznos terminaron con 108 años de sequía al ganar la Serie Mundial, pero con todo y anillo, el lanzador venezolano sintió que fue relevado, literalmente.
Desde el 25 de julio de aquella temporada, día del cambio con los Yankees por el cubano, y por lo que restó, el derecho de Guatire tuvo 16 salidas, y en 14.0 entradas permitió 20 imparables, entre ellos cuatro cuadrangulares -el mismo número que le habían conectado mientras fue cerrador en 37.0 innings-, además de exhibir efectividad de 7.71, y lógicamente, no volvió a salvar un encuentro, con una oportunidad de colocar el candado.
En 2017, y con Chapman de vuelta en Nueva York, Rondón no pudo ser el mismo de antes. No solo no recuperó su rol de cerrojo, sino que dejó PCL de 4.24 en los 57.1 capítulos que lanzó, y un elevado 1.221 de WHIP para un relevista.
“Creo que me puse un poco ‘vago’ allá, me frustré un poquito, pero aprendí de esa experiencia”, admitió Rondón, quien acumula 77 salvamentos en su carrera de cinco años en las Mayores. “Para uno superarse debe pasar por cosas difíciles, pero ya eso está en el pasado. Aprendí la lección de eso”.
Pese a ser partícipe de uno de los campeonatos más especiales que se recuerden en la historia del deporte, la falta de protagonismo del nativo dejó secuelas.
“Me quedó la espina”, aseguró. “Fue uno de los que más participación tuve en la clasificación, y cuando llegaron los playoff, el manager (Joe Maddon) no fue el mismo conmigo, y eso me dolió”.
Rondón salió de los Cachorros como agente libre y ahora busca reivindicarse en su nuevo hogar, los Houston Astros, nada más y nada menos que los actuales monarcas de las Grandes Ligas.
“El ambiente que había en Chicago era muy especial, y por eso decidí venir aquí, porque no hay mucha diferencia. La mentalidad aquí es buena en el sentido de que, como quedaron campeones, no vienen cómodos este año. Tienen la mentalidad de hacerlo de nuevo”, advirtió el apagafuegos, quien viene con la mentalidad de ayudar sin importar su rol.
“Una de las cosas que vengo a hacer es ganar, no para quitarle el protagonismo a nadie. Vengo a hacer mi trabajo y para ayudar a ganar los juegos en cualquier situación. No vengo aquí porque tengo que ser cerrador, sino a como el mánager (A. J. Hinch) me necesite”, comentó. "Yo voy a estar para el tercero, cuarto, quinto, octavo o noveno inning. Estaré dispuesto a todo. Vengo a competir”.