El Red Bull Leipzig se llevó la victoria ante el Zenit (2-1) pero no demostró en el marcador la superioridad de la que gozó en el campo. La intensidad y velocidad de los puntas alemanes pudo con el orden del conjunto ruso de inicio. Bruma y Werner hacían justicia a lo visto en el césped en la segunda mitad, pero un golazo de falta de Criscito en los minutos finales dio vida a los hombres de Mancini para la vuelta.
El choque tuvo prácticamente un único dueño. El Red Bull Leipzig, que ya había eliminado al Nápoles en la anterior ronda, fue el gran dominador de principio a fin, aunque en los minutos finales el Zenit buscó a la desesperada un tanto que le metiese en la eliminatoria y que finalmente encontró. Upemacano y Werner fueron los primeros en avisar, pero fue Forsberg el que metió el miedo en el cuerpo al equipo de Mancini. Lanzó un falta magristral que se encontró con el palo en la más clara de la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios, el Leipzig siguió a lo suyo, aunque mejoró su efectividad de cara a puerta. Augustin y de nuever Werner buscaron el primero, pero fue Bruma, ex de la Real Sociedad, el que adelantó a los de Red Bull. El extremo se encontró con un espectacular taconazo de Werner y, en el mano a mano con el meta rival, no perdonó. Era el primero y dos minutos después, Werner pudo hacer el segundo, pero su lanzamiento lo sacó Lunev in extremis. Mejoró un poco entonces el Zenit, aunque poco le duró pues Werner, tras pase de Keita, hacía el segundo con tranquilidad. Parecía que la eliminatoria caería para el bando germano. Sin embargo, en el tramo final, asomó Criscito para, de falta directa con la zurda, acortar distancias. Un 2-1 a favor para un Leipzig que mereció una ventaja mayor, pero que se jugaré el pase a los cuartos en tierras rusas...
