Oblak es el número uno y debe seguir en el Atlético
El Atlético tiene que ponerle ya un cheque en blanco a Oblak. Es el futuro deportivo y económico de la entidad. Se ha convertido, junto con el azulgrana Ter Stegen, en el mejor guardameta del mundo y esto hay que pagarlo. Los cien millones que cuesta su libertad están ya al alcance y son calderilla para cualquiera de las grandes potencias futbolísticas del mundo. El esloveno se ha convertido en la piedra angular de los éxitos del cholismo de las últimas temporadas, el ángel salvador que ha permitido, por ejemplo, que este año los rojiblancos vayan segundos con más puntos que fútbol. Siempre aparece Oblak para hacer un milagro y no es extraño que en sus cien partidos ligueros haya dejado a mitos como Valdés, Casillas o Courtois fuera de cualquier comparación.
Oblak es, sin duda, la referencia de este Atlético que la próxima temporada va a tener el reto de la Champions, cuya final se jugará en su estadio. Los que mandan siguen generando ingresos y los mismos se dedican a aumentar el potencial deportivo del Atlético. Por eso Oblak tiene que ser intocable. Dejar la puerta entreabierta de una posible salida sería un cisma que ahora parece imposible entre los aficionados rojiblancos. El portero es el auténtico ídolo de la grada del Wanda Metropolitano y por eso nadie iba a entender que pudiera cambiar de color. El Atlético, desde que llegó Simeone, se ha acostumbrado a que sus jugadores estén super cotizados. Oblak es el número uno en este apartado y debe ser sobre el que se construya un Atlético inolvidable.