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ENTREVISTA AS

Diego Aguirre: "Mis metas son dirigir en Europa o a Uruguay"

Diego Aguirre (Uruguay, 1965) visitó la redacción de Diario As y habló sobre su pasado, su presente y su futuro. Sueña con dirigir en Europa o la selección.

Estados UnidosActualizado a
Diego Aguirre: "Mis metas son dirigir en Europa o a Uruguay"

Diego Aguirre (Uruguay, 1965) visitó la redacción de Diario As en Madrid y habló sobre su pasado, su presente y su futuro. Entró en la historia de Peñarol cuando era un pibe por un gol que le dio la última Copa Libertadores al aurinegro en 1987. Como técnico llevó al equipo a la final de dicho torneo ante un Neymar de 19 años que mostraba su catálogo de regates por toda Sudamérica. Sueña con dirigir a la selección uruguaya aunque respeta los tiempos de su amigo, el 'Maestro' Tabárez.

Está de visita por España.

Es un momento para analizar, observar, prepararse... Se vienen desafíos importantes a partir de junio. Ahora hay que parar un poco, cargar pilas, pasar tiempo con la familia... Es necesario. He pasado mucho tiempo fuera y necesitaba parar un poco.

¿Cómo hacen los uruguayos para estar en todos lados?

(Ríe). Es un fenómeno un poco sorprendente. El fútbol está en nuestra sangre, en nuestra cultura... No hay otra cosa. Todos queremos ser futbolistas, queremos competir. Desde pequeños se dice que tenemos que disfrutar cuando jugamos, pero a los uruguayos nos gusta ganar...

¿Cómo ve a la selección para el Mundial?

Está en un buen momento. En un torneo corto como es un Mundial nunca se sabe, depende de la situación en ese instante, de cómo se afronte el partido... Previamente al equipo lo veo muy bien. Está en un proceso con el 'Maestro' Tabárez en el que están saliendo jugadores con buen pie. Algunos incluso menos conocidos como Lucas Torreira, de la Sampdoria. Ahora mismo Vecino, que está jugando bien en Italia; Fede Valverde tiene un gran presente y futuro en la selección... Uruguay saca buenos jugadores y ahora mismo la selección se aprovecha de ello.

Además tiene a la vieja guardia.

Sí, claro. Suárez, Cavani... Godín hay que incluirlo ahí. Es un jugador muy importante para el grupo. Es un líder desde el terreno de juego y aporta mucho en el vestuario. Ese tipo de jugadores son claves para los equipos.

Usted ya trabajó en la selección.

Así es. En 2008 empecé porque me llamó el 'Maestro' para hacerme cargo de la Sub-20. Podríamos decir que estuve cuando inició el proceso y, de hecho, uno de mis asistentes ha sido el técnico de esa selección durante esos cuatro años. Tenemos una relación muy importante... Desde el 1987 prácticamente. Tabárez ha situado a Uruguay en el sitio donde se merece, en la élite del fútbol internacional.

¿Se ve cogiendo el relevo algún día?

Me cuido mucho cuando me preguntan esto. Le tengo un gran respeto al 'Maestro'. El tiempo lo va a marcar él. Si surge la posibilidad yo estará encantado. Es difícil decirle que no a la selección.

¿Cuál es su futuro más inmediato?

Ahora estamos estudiando cuál puede ser la opción más interesante para el futuro. He entrenado en Brasil y he salido campeón, en Uruguay igual, en Argentina tuvimos una buena campaña en Copa Libertadores y Copa Sudamericana... Hemos tenido propuestas de México, de Argentina... Pero el fútbol europeo es lo que más me llama. Ahora mismo busco entrenar en Europa, es mi objetivo a nivel personal y profesional. Aunque si te llama la selección... No puedes decir que no.

¿Y Peñarol?

Peñarol es mi casa. Sé que tengo las puertas abiertas. La verdad es que mi corazón pertenece a Peñarol. Si el equipo me necesita yo estoy dispuesto a acudir allí.

Ya lo hizo en 2010 cuando no pasaba por un gran momento...

Sí. Ganamos el campeonato de forma invicta y conseguimos un bloque sólido. Competimos bien en el campeonato local y llegamos a la final de la Copa Libertadores. Fue un momento muy lindo, extraordinario.

¿Cómo fue aquella final?

Extraordinaria. La verdad es que parecía que no podríamos llegar a la final. Fuimos pasando rondas con un equipo muy sólido y construimos un proyecto muy ilusionante. Perdimos ante un gran equipo como era Santos, pero disfrutamos mucho.

¿Qué recuerda de aquel Neymar, que fue rival suyo?

Un jugador bárbaro. Probablemente el mejor que haya enfrentado. A sus 19 años era un futbolista absolutamente diferencial. Nos hizo un golazo y no pudimos evitarlo. Tratamos defenderlo de la mejor forma posible, prestándole mucha atención... Pero al final consiguió hacernos el gol y ganar aquella final.

Hubo una pelea al final del partido.

(Ríe). Los uruguayos no sabemos perder. Hubo provocaciones por parte de algunos brasileños cuando se pitó el final y la verdad es que se fue todo de las manos.

Hablaba de parar a Neymar, ¿cómo se para a Messi?

No hay forma de pararlo. Para mi está Messi y después el resto, no hay discusión. Es un jugador único, de los que deciden partidos. Desafía a la lógica porque es un futbolista al que no hay forma de frenarlo cuando arranca.

¿Cómo ve el Mundial?

Hay grandes selecciones. La favorita, para mi, es Alemania. También está Brasil que llega en un gran momento después de las Eliminatorias. No se habla mucho de Francia, pero creo que es una selección que hay que considerar. Es finalista de la pasada Eurocopa... Y después está Messi. Él lo puede cambiar todo. Argentina tiene un buen equipo pero todo depende de él.

Usted no llegó a la selección como futbolista.

¡Normal! En ese momento había una fantástica generación de futbolistas. Francescoli, Rubén Paz, Pato Aguilera, Jorge Da Silva... Yo era delantero y tenía a todos esos fenómenos por delante. Era lógico que no lo consiguiese.

Tuvo un gran impacto en su primer año en Peñarol.

Fue increíble. Era la final de la Copa Libertadores de 1987. Nosotros (Peñarol) habíamos perdido en Colombia ante América de Cali y ganamos en Montevideo con un gol mio. Aquel equipo colombiano era uno de los mejores de Sudamérica. Era su tercera final consecutiva. Había perdido las dos anteriores frente a Argentinos Juniors en el 85 y contra River en el 86. Entonces jugamos un partido de desempate en Santiago de Chile porque así lo decía el reglamento. Entonces, en el último minuto de ese encuentro hago el gol. En la última pelota. Eso me hizo ser considerado un ídolo y dejar mi huella en la gente.

En aquella final recibió un golpe de Roberto Cabañas.

(Ríe). Sí... Me dio un codazo y se me quedó el ojo morado... Son cosas que tenía la Copa Libertadores de antes, sin tantas cámaras. Antes era otra cosa.

¿El sudamericano es un fútbol muy particular?

Es único. Todavía es un fútbol, podríamos decir, puro. En Europa es más profesional, más espectacular... Que es lindo también, pero no tiene ese toque de amateurismo que convierte al fútbol sudamericano en único. Además en Sudamérica se vive más, hay una gran afición, las canchas...

¿Cómo fue su salida reciente de San Lorenzo?

Fue una experiencia excelente. Era un técnico extranjero y conseguimos hacer un equipo competitivo. El fútbol argentino es muy exigente, pero creo que en San Lorenzo tuvimos una gran experiencia. Nuestro gran objetivo era ganar la Copa Libertadores. De hecho, lo hablamos con la dirigencia y renovamos el contrato con ese objetivo. Cuando caímos ante Lanús en penales pensamos que habíamos cumplido un ciclo.

Está siendo un mercado de pases importante en Argentina.

Me sorprende el gasto de los clubes. Es una liga que está experimentando un crecimiento, sobre todo a nivel económico. Hay algunos equipos que pasan por dificultades, pero poco a poco está creciendo. Estoy al tanto de lo ocurre, lo sigo bastante.

¿Cómo de importante es la gestión de los vestuarios en su trabajo?

Es díficil tener éxito si no tienes feeling con el grupo. Ahora es más difícil controlarlo porque han cambiado tradiciones, costumbres, ciertas cosas que hacen que sea un desafío muy complicado. Como técnico tienes que hacer lo que sientas, no puedes fingir. Yo lo veo así. No se puede tener una postura en la que no sientes. Tienes que ser honesto contigo mismo.

Tuvo un caso complicado con Romagnoli en Argentina.

En Sudamérica hay muchos jugadores grandes, históricos, que han dado mucho al club y que, cuando llega el final de su carrera, sus rendimientos no son los que eran. Entonces, dejar fuera a un ídolo no es una decisión popular. Yo tomo la mejor decisión para el equipo. Entiendo que cuesta que la gente lo acepte, pero es una decisión que se toma para ganar. Para eso tienen que estar los mejores. En ese caso no te puedes engañar a ti mismo, no puedes poner a un jugador si crees que en el banquillo hay alguien mejor que él. Si pierdes y has utilizado a un jugador en el que no crees no te lo perdonas nunca.

¿Entre Pep o Mourinho donde se situaría usted?

Los dos han aportado mucho. Son magníficos entrenadores. Nuestra obligación es mirar lo que hacen, sacar alguna idea. Pero no copiar. Es peligroso querer copiar lo que hacen sin tener las mismas armas que ellos. Muchos han querido hacerlo y no les ha salido bien. Para mi Pep es un genio.

Revolucionar el fútbol no es fácil.

Para nada. Dentro de unos años se hablará de la 'era Guardiola'. Lo que hizo en el Barcelona fue increíble. A la altura del Milan de Sacchi, Cruyff...

Algo parecido pasa con Bielsa.

Así es. En Argentina ha dejado un gran legado. Un entrenador impresionante, todo el mundo lo dice. Ha aportado mucho al fútbol, fue un pionero en su día y muchos de los técnicos argentinos actuales están influidos por él.

¿Sampaoli?

Es un gran técnico, de eso no hay duda. Aunque es diferente. Todavía tiene que consolidar esa idea.

¿Qué liga se adapta mejor a su estilo?

Italia o España. Son dos ligas que, por mi forma de trabajar y siendo diferentes, en las que creo que encajaría bien. La cultura, la gente, el clima, la comida... No sentiría demasiado los cambios.