¡'Kuzmanía'! El rookie explota en el último cuarto ante los Celtics
El ala-pívot anotó 17 de sus 28 puntos en un magistral último periodo. El rebote ofensivo, clave para unos Lakers que han ganado 7 de sus últimos 9 partidos. Boston no gana desde Londres. Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 5
El segundo y último Clásico NBA de la temporada quedó marcado por la explosión de Kyle Kuzma en el último cuarto. El ala-pívot anotó 17 de sus 28 puntos totales (además de 4 rebotes y 3 asistencias) para dar a los Lakers el triunfo (108-107). "Kuzmanía", se limitó a tuitear nada más concluir el encuentro su compñaero Lonzo Ball. El base novato, con dolor en la rodilla izquierda, causó baja por quinto encuentro consecutivo. Un contratiempo que no ha frenado el buen momento de los angelinos. Llevan tres victorias seguidas. Siete en los últimos nueve partidos. Todo lo contrario que unos Celtics que no ganan desde el partido de Londres ante los Sixers disputado el 11 de enero. Cuatro derrotas desde entonces. Antes de visitar el Oracle el sábado, tratarán de romper su peor racha del curso esta misma madrugada ante los Clippers.
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Con su mejor actuación desde el día de Navidad, confirmó que va para robo del último draft (fue el número 27) con unos sensacionales minutos finales. La alternancia en el marcador que vivimos a caballo del tercer y cuarto periodo se había visto amenazada con un pequeño acelerón liderado por Irving que dio un +6 a Boston (82-88) a 8 minutos de la conclusión. Fue entonces cuando Kuzma entró en trance para deleitar a un Staples enamorado de su rookie. En poco más de 4 minutos, encabezó un 17-5 de parcial con 13 puntos (tres triples incluidos) y una asistencia para poner un 99-93 en el marcador casi definitivo. Casi porque el talento de Kyrie Irving (el mejor visitante con 33 puntos pese a evidenciar no estar físicamente al 100%) volvió a acercar a los Celtics. Y definitivo porque el rebote ofensivo (los Lakers cogieron 7 capturas más en ataque que les dieron 16 tantos más en segundas opciones que a su rival) fue clave. Una faceta en la que Julius Randle (14+14) fue una pesadilla.
El encuentro estaba visto para sentencia a 26 segundos del final. Nos precipitamos. La pizarra de Stevens (diseñando dos jugadas consecutivas para Terry Rozier y no para Irving) y los cuatro tiros libres errados de forma consecutiva por Hart y Clarkson (21-36 hicieron en total los de púrpura y oro —8/10 firmaron los de Massachusetts—) dieron a Boston la oportunidad de ganar el partido. Marcus Smart cogió el rebote en ataque y no lo soltó. Quiso ser el héroe, pero no lo fue porque ese papel estaba ya reservado para Kuzma.