Steve Kerr quiere resetear a los Warriors: "Es fatiga emocional"
Solo Heat, Lakers y Celtics (dos veces) han jugado cuatro Finales seguidas. Kerr, enfadado por las pérdidas de balón contra los Rockets.
La conjunción de talento de Golden State Warriors y la capacidad casi sobrehumana de LeBron James hacían que antes del inicio de la temporada muchos apostaran por otra Final Warriors-Cavaliers. No solo sería la primera vez que dos equipos se enfrentan cuatro veces seguidas, sino que ambas franquicias podrían unirse a una lista muy exclusiva: hasta ahora solo Miami Heat (2011-14), Los Angeles Lakers (1982-85) y Boston Celtics (dos veces, 1984-87 y las diez seguidas entre 1957 y 1966) han sido capaces de clasificarse cuatro temporadas seguidas para la Final. El tres parece un número que ya marca un techo de agotamiento para los equipos. Después de las cuatro de los Celtics, por ejemplo, jugaron tres seguidas los Pistons y a continuación tres los Bulls de Michael Jordan. Tres jugaron también los Lakers de Kobe y Shaquille…
Ahora los Cavaliers viven en pleno conflicto, sintiendo en sus carnes lo difícil que es sostener un proyecto a máxima presión. Pero los Warriors marchan con paso firme y la sensación de que tienen arsenal de sobra para cuando llegue la hora de la verdad. Ahora bien, sus niveles de concentración e intensidad se resienten durante muchas noches. Es el campeón, el equipo que marcó el primer 73-9 en una temporada y el que acaba de hacer el primer 15-1 en playoffs desde que las cuatro series se juegan al mejor de siete partidos.
Y Steve Kerr quiere huir de la complacencia, un pecado que detectó en la derrota de su equipo en Houston, que ha hecho que los jugadores de los Rockets redoblen su fe en que pueden acabar con la tiranía de los de la Bahía en el Oeste. En ese partido, los Warriors (que cerraban gira de cinco partidos a domicilio en ocho días), sumaron 19 pérdidas, muchas absolutamente innecesarias y sin que influyera la defensa del rival. Este es uno de los pocos problemas de un equipo al que Kerr quiere a más nivel de atención: “En momentos puntuales tenemos que apretar el botón de reseteo y entender cuáles son nuestras prioridades. Y estamos en uno de esos momentos. Afrontamos una semana muy importante y tenemos que ser capaces de tener cuidado con las pérdidas”.
Kerr está planteando un reto claro a un equipo que en los últimos tres partidos ha sumado 16, 15 y 19 pérdidas y ha concedido en los tres más de 20 puntos a su rival debido a ellas. El entrenador ha machacado a los jugadores con vídeos de esos errores en los tres últimos partidos: “No me importan los resultados, me importan las sensaciones y los síntomas. Contra los Rockets hubo una total falta de concentración. De 19 pérdidas, puede contar con una mano cuántas fueron forzadas por los Rockets, sin quitar ningún mérito a su defensa. Pero si nos dedicamos a tirar alley oops de 20 metros, a mandar la bola fuera o a las manos del rival, lo vamos a tener complicado. No quiero hacer un drama, ni quiero gritar ni montar un número. Solo quiero que los jugadores reaccionen. Siempre hay días difíciles. En estas semanas entre la Navidad y el All Star, siempre cuesta. Pero es así para todos los equipos”.
Tras la lesión de tobillo de Stephen Curry, Kerr pidió a sus jugadores que fueran el mejor equipo defensivo de la NBA. Y estos respondieron con la mejor defensa por estadísticas de los siguientes 11 partidos. Así que ahora busca una nueva reacción cuando los Warriors afrontan partidos en casa contra Knicks, Timberwolves y Celtics. De hecho, están 21-4 a domicilio (enlazaron catorce triunfos seguidos hasta la derrota en Texas) pero solo 16-6 en casa, donde sus problemas de concentración han sido mucho más evidentes: “Es la primera vez en mis cuatro años aquí en que hemos perdido muchos partidos que no tendríamos que haber perdido en nuestra pista. Creo que tiene que ver con la fatiga emocional. Es difícil estar listo para afrontar los 82 partidos, mucho más si buscan estar en las Finales por cuarto año seguido”.
Eso sí, el entrenador tiene claro que sus jugadores van a responder a su nuevo toque de atención: “Siempre lo hacen. Confío totalmente en ellos. Responderán”.