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INGLATERRA

Técnico en cuarta de Inglaterra, admite siete casos de abusos a menores

El extécnico del Crewe Alexandra, Barry Bennell, se ha declarado culpable de siete cargos de abusos a menores, de los 55 delitos de pederastia que se le imputan.

Técnico en cuarta de Inglaterra, admite siete casos de abusos a menores
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El inglés Barry Bennell, antiguo entrenador del equipo de cuarta división Crewe Alexandra, ha reconocido ante el juez, Clement Goldstone, siete delitos de abusos sexuales contra menores, en un juicio en el que se le imputan 55 delitos de la misma índole. Aunque la prensa habla de que se podría llegar a 100 casos.

Bennell, de 62 años, exempleado del Crewe y con vínculos cercanos al Manchester City y a varios clubes del noroeste de Inglaterra, fue denunciado por 12 jóvenes jugadores que sufrieron presuntamente abusos sexuales entre 1979 y 1991, cuando los chicos tenían entre 8 y 15 años.

El exjugador del Sheffield United, Andy Woodward, de 43 años, fue el primer denunciante al revelar en noviembre de 2016 los abusos que presuntamente sufrió por parte de Bennell y abrió el camino a otras víctimas que fueron sumando sus denuncias: “A los 11 años mi entrenador abusaba de mí, arruinó mi vida", confesaba Woodward 30 años después, en una entrevista a The Guardian. "¿Cuántos más habrá ahí fuera? Hablo de cientos de chicos a los que ese hombre 'eligió' y que hoy aún como adultos puede que vivan con ese horroroso miedo. Mi sueño era ser futbolista y él me iba dejando caramelos para que me quedase con él fines de semana y vacaciones. Era un hombre reputado como el mejor entrenador de jóvenes del país, confié en él", relataba.

Hoy ha sido la primera vista, por videoconferencia ante un tribunal de Liverpool, de un caso que escandalizó al fútbol inglés y cuyo juicio se prevé que dure más de dos meses.

Antecedentes

Bennell, que se ha cambiado el nombre a Richard Jones, fue declarado culpable cuando tenía 44 años tras admitir 23 cargos por abusos sexuales a niños de entre 9 y 15 años, con una sentencia de nueve años de prisión. En 2015 fue sentenciado a dos años de cárcel por abusar de un niño de 12 años en un campamento de fútbol en la localidad de Macclesfield (noroeste de Inglaterra).