Muguruza se retira en un duro debut ante la serbia Krunic
La española tuvo que emplearse a fondo en su primer partido en más de dos meses y abandonó por problemas físicos cuando ganaba 7-5, 6-7 y 2-1 tras dos horas y 26 minutos de juego.
Garbiñe Muguruza no ha podido solventar su primer partido de la temporada 2018 con una victoria en Brisbane (Australia). La española tuvo que abandonar cuando ganaba por 7-5, 6-7 y 2-1 tras dos horas y 26 minutos de juego a Aleksandra Krunic, serbia nacida en Rusia (Moscú) hace 24 años y número 53 del mundo. Era el primer compromiso de Garbiñe desde el 24 de octubre de 2017 (derrota ante Venus Williams en el Masters de Singapur) y la inactividad se le ha notado sobre todo en el aspecto físico. Con problemas en el pie (ampollas) y la mano derecha (molestias en un dedo), y calambres mediado el tercer set, Muguruza claudicó ante el empuje de su rival, de su misma generación (1993) pero más pequeña y enjuta que ella. Ahora se queda con 6.005 puntos y no podrá pelear esta semana por el número uno con la actual reina de la WTA, Simona Halep (6.175), y con Caroline Wozniacki (6.015). La rumana está en octavos de Shenzen y la danesa en primera ronda de Auckland (juega esta mañana contra la estadounidense Madison Brengle). Garbiñe intentará recuperarse para afrontar con garantías el Abierto de Australia.
Con esa aparente pesadez con la que se maneja a veces en la pista, Muguruza arrancó fría y ni siquiera su saque, que la mantuvo a flote durante todo el partido, evitó que Krunic se adelantara con un break en el tercer juego. La balcánica demostró tener recursos y valentía para hacer frente a la número dos del mundo. Con un servicio no demasiado potente pero incómodamente abierto, una derecha decente y un peligroso revés a dos manos, aguantó hasta que Garbiñe recuperó la igualdad después de pedir la asistencia de su entrenador, Sam Sumyk. "Con el saque ve a por todas, no te importe fallar algún primero. No olvides el ángulo con tus derechas", le dijo el francés. Buen consejo que intentó llevar a la práctica la campeona de Wimbledon y Roland Garros. Crecida, supo sufrir en un duodécimo juego eterno (casi 17 minutos) en el que necesitó siete bolas de set tras 10 igualdades para apuntarse el primer parcial.
A partir de ahí, el partido parecía ponérsele cuesta abajo a Muguruza, ante una rival tocada por la oportunidad perdida en la primera manga y enfadada con su entrenadora, Biljana Vaselinovic ("No me juzgues por intentar tirar la bola a las líneas", le había dicho en un descanso). Pero tras encajar una rotura temprana, Krunic reaccionó y recuperó la desventaja en el segundo set. Tirando de potencia y calidad, Garbiñe sacó adelante otra situación comprometida con 2-2 y se fue a por la victoria. Nuevo break para el 4-2 y saque. Le faltaba poner el broche y tras otra charla con Sumyk lo intentó con furia, aunque tras consolidar su distancia tropezó por el camino y se complicó la vida hasta perder el parcial en un mal tie-break donde Krunic exhibió orgullo y garra.
Reacción y lesión
Con problemas en el pie derecho (las clásicas ampollas del inicio del curso que también ha sufrido en Brisbane Carla Suárez), Muguruza necesitaba acortar los puntos y lo hizo para romper el servicio de la serbia en la apertura del tercer set. Pero cuando parecía encarrilar el partido, se desvaneció. Primero se quejó de la mano derecha en un mal gesto al golpear la bola y luego cayó como a cámara lenta al agacharse intentando restar. Paralizada por los calambres en la pierna diestra, fue atendida en la pista pero ya no pudo regresar a la acción y entre lágrimas dio la mano a Krunic entregándola el triunfo.
Retirada también en dobles
Eliminadas Garbiñe y Carla Suárez y sin representantes en el cuadro masculino, Maria José Martínez (en dobles con Klepac) es la única española que queda en Brisbane. Este martes ella y la eslovena han ganado por 6-1 y 6-3 a Aoyama y Yang y se enfrentarán en cuartos a Kichenok y Ninomiya que el lunes iban a ser las rivales de Muguruza y Carla en primera ronda antes de la retirada de la canaria por culpa de las mencionadas ampollas.