Las opciones de futuro que se abren ante Eli Manning
El quarterback de los New York Giants tiene la sartén por el mango para convertirse en el pretendido por una buena cantidad de equipos.
Eli Manning no jugará este fin de semana en la NFL, al menos de inicio, por primera vez desde el año 2004. Se dice pronto. Para algunos de nosotros esto es un shock. Aunque, si nos atenemos a la emotividad mostrada por un tipo normalmente tan frío, para nadie tanto como para él mismo. A pesar del récord 2-9, Eli no vio venir este movimiento de ¿Ben McAdoo?, ¿Jerry Reese?, ¿John Mara? Importa el quién, sin duda.
La decisión es de un peso enorme para la franquicia de los New York Giants. Eli Manning, de 37 años, es historia viva de este club. Es el quarterback más importante que han tenido nunca. Formó parte de la consecución de los dos últimos anillos de los ocho que tiene el equipo, cuatro de ellos en la era de la Super Bowl. Sentarle contra su voluntad, como es el caso, siempre iba a ser traumático.
Así que no es una decisión tomada a la ligera. Obedece a fuerzas superiores al hecho de qué es lo mejor para ganar el partido del próximo domingo. No, sin duda que poner a Geno Smith como QB titular no indica que eso sea una prioridad. Y es justo que no lo sea.
La primera pregunta que surge de ver a Eli Manning en la banda en vez de en el campo es: ¿Será parte de la plantilla de los New Yorkk Giants en 2018? La respuesta obvia es no, pero quisiera añadir un par de matices a algo que parece tan obvio. Y es que es bastante probable que Ben McAdoo, entrenador jefe, y Jerry Reese, general manager, sean relevados de sus cargos en cuanto el calendario marque enero y la temporada regular 2017 haya concluido. Si es así, las personas encargadas de dirigir el futuro de la franquicia podrían tener la idea de mantener a Eli con ellos. Cosas peores he visto.
Manning es un hombre que ha construido su vida en New Jersey. Sus hijos, su familia, y él mismo, se muestran muy felices e implicados con la comunidad. De hecho, en su último contrato firmado con el equipo hace un par de años se preocupó de incluir una clausula de veto a cualquier traspaso. Ese poder lo tiene porque adora vivir donde vive. Y porque quiere controlar su destino. Así que no descartaría del todo un último giro de los acontecimientos que le dejase en los propios Giants,
No obstante, es obvio, lo normal es que el equipo explore opciones de traspaso. El contrato de Manning le paga 33 millones de dólares por los dos próximos años. Es un precio ajustado a mercado y a su capacidad, así que no faltarán novios para este cortejo.
Los dos más obvios son los Denver Broncos y los Jacksonville Jaguars.
Los primeros porque John Elway jamás se muestra tímido a la hora de atacar el mercado de quarterbacks, y porque la última vez que echó el resto por un Manning se presentó en dos Super Bowls y ganó una. Además, la situación que tiene en el puesto, con Trevor Siemian, Brock Osweiler y Paxton Lynch alternándose en la catástrofe semanal, es de las de forzar cualquier operación.
Los segundos porque Tom Coughlin ejerce como asesor deportivo del general manager y del entrenador. Y Coughlin ama a Eli Manning. Cualquiera se lo echa en cara, claro, que juntos levantaron dos Lombardi Trophys. Además, en Jacksonville saben de sobra que tienen todo lo que hay que tener para aspirar a ser grandes... salvo un QB del que fiarse.
No deberían descartarse a los New York Jets. Porque son un equipo que compite, que tiene defensa, que da gusto ver jugar y en el que Eli Manning supondría una mejora sobre Josh McCown (sí, lo supondría, sí). Volviendo a su demostrado amor por la zona, Eli no tendría que moverse de su casa, de su comunidad, de los colegios de sus hijos, así que las piezas encajarían solas.
Volviendo al hecho de que existe la clausula de veto de traspaso podemos descartar a los Cleveland Browns, donde es difícil imaginar que un veteranazo así quiera pasar sus últimos años.
Todo lo dicho para el mercado de traspasos sirve para la agencia libre. Si los Giants no son capaces de encontrar a alguien que pague en elecciones de draft, lo cortaran. Pueden hacerlo porque el dinero muerto que les quedará en el espacio salarial es de doce millones de dólares, que es asumible si piensan elegir un QB con su primera ronda, como sería lo más cierto en caso de desprenderse de Eli Manning.
Ahí el mercado hablaría, claro. Y aparecerían en el horizonte asuntos como la duración del contrato, cuantos años se ve jugando en la NFL Eli Manning, el diseño del proyecto, etc. Aunque siempre serían los Broncos y los Jaguars como los principales sospechosos.
Existe una última posibilidad, a la que le doy muy pocas opciones, que es la de que los New York Giants corten ya a Eli Manning. En ese caso entraría en la ronda de "waivers" y los equipos podrían reclamar su contrato, y él no podría negarse a jugar so pena de perder doce millones seguros esta temporada y 33 potenciales de las dos próximas. En este supuesto, podría ser reclamado por cualquier equipo en orden inverso a la clasificación, esto es, empezando por los Cleveland Browns. Es una hipótesis sin base realista porque ¿para qué querrían los Giants ofender así a Manning, y para qué querría el jugador que eso sucediese?
Este domingo comienza una nueva etapa en los New York Giants, una nueva etapa para toda la NFL. La historia de Eli Manning, sin embargo, aún no ha concluido, y de sus decisiones hablaremos largo y tendido los próximos meses.