Los New England Patriots se pasean ante los Dolphins

Primer drive del partido, touchdown de Burkhead. Segunda serie, tres y fuera de Miami. Nueva posesión de New England y touchdown de Gronkowski. 14-0 mediado el primer cuarto y punto final al partido. Muy poco más que contar. Los Patriots han entrado en esa fase seria de la temporada en que se dejan de frivolidades y Miami sigue muy lejos del equipo que el año pasado se clasificó para postemporada.

Pero lo que parecía convertirse en otra tarde de tumbona y caipirinha en Foxboro tuvo algo más de recorrido por culpa de una lesión y, quizá, del viento. Lo primero, porque Andrews volvió a estar ausente en el center de New England y Karras lanzó un snap a destiempo que Brady no vio venir y se convirtió en touchdown de Reshad Jones. Miami se ponía 14-7 sin comerlo ni beberlo. De hecho, el quarterback local siempre pareció algo incómodo y poco compenetrado con su center provisional. Lo segundo, el viento, porque es la única explicación para que Tom Brady estuviera más impreciso de lo habitual, lanzando balones casi siempre muy bajos y facilitando la labor a sus receptores mucho menos de lo que nos tiene acostumbrados. Pese a todo, poco después del touchdown accidental de los Dolphins los de Boston volvieron a abrir diferencias con el segundo touchdown de un Burkhead muy activo durante toda la tarde (21-7).

Otra vez pareció que el partido estaba sentenciado y, otra vez, un error de los locales devolvió a la vida a los Dolphins, que recuperaron el balón tras una intercepción a Brady. Miami, que en la serie anterior había anotado un field goal, tenía la oportunidad de conseguir un touchdown para irse al descanso a menos de una anotación de diferencia, pero Moore fue interceptado por Gilmore en la zona de anotación y el choque se fue al medio tiempo 21-10.

En la segunda mitad New England recuperó la superioridad exhibida en los primeros minutos del partido. Tres y fuera de Miami y, de inmediato, touchdown de Gronko (28-10) tras una serie protagonizada por un Deion Lewis que hizo todo lo que quiso durante toda la tarde (112 yardas de carrera), devolviendo al backfield de los Pats el empaque que le ha faltado durante gran parte de la temporada.

Tres anotaciones de diferencia eran una diferencia inalcanzable para unos Dolphins que vivían casi exclusivamente de la genialidad de Jarvis Landry en ataque. Mediado el tercer cuarto, el partido entró en una fase insípida entre la impotencia de unos y la falta de interés de los locales, que se dejaban llevar en ataque. Lo único interesante a esas alturas fue confirmar la mejora evidente de la defensa de New England, que en los últimos tres partidos ha incrementado una barbaridad su intensidad, pero que además ha mejorado muchísimo en casi todas las facetas: presiona mucho más al quarterback rival, es muchísimo más pegajosa en secundaria, se mueve lateralmente con mucha más rapidez, logra anticiparse casi siempre a la jugada rival y prácticamente no falla placajes. Con esos ingredientes, ha pasado de ser una de las peores de la NFL a incorporarse a la élite, aunque eso es algo a lo que nos estamos acostumbrando en las últimas temporadas. Los Pats no juegan como saben hasta que de verdad importa.

Miami, por su parte, estaba siendo tan insípido como siempre. Sin juego de carrera, con Landry como único receptor fiable y una línea ofensiva de vacaciones (7 sacks a Moore); con una defensa muy porosa contra la carrera y que dejaba agujeros inexplicables en secundaria para que Brady rencontrara receptores sin cobertura cada dos por tres. Adam Gase tiene por delante mucho trabajo para resucitar este vestuario.

A falta de doce minutos los visitantes redujeron diferencias con un touchdown de Kenyan Drake tras la única serie consistente de su equipo. 28-17 que no cambió demasiado las cosas, porque casi de inmediato Brandin Cooks culminaba con un touchdown otra serie con Lewis como protagonista (35-17). Con el resultado final, los Patriots suman su séptima victoria consecutiva y tienen un récord 9-2 que prácticamente les asegura los playoffs, y casi el título de división. Miami, con un récord 4-7, tendrá que dedicar los últimos cinco partidos a trabajar pensando en la próxima temporada.

Resumen del Patriots vs Dolphins 

Previa del Patriots-Dolphins: NFL 2017

New England Patriots está al más alto nivel. No se puede decir mucho más de este equipo. Son candidatos a todo, incluso al MVP para Tom Brady. Los Dolphins están muy por debajo de lo esperado, especialmente en lado del ataque con un errático Jay Cutler. Partido desigual y que puede poner fin a la temporada de los Dolphins.

Patriots

El mejor equipo de la conferencia americana, y posiblemente de la NFL. Así se presentan los Patriots a la duodécima jornada de la NFL. Tom Brady está jugando a nivel MVP, como casi siempre, pero además ha encontrado una gran sintonía con su cuerpo de receptores y logra involucrar a muchos jugadores en los ataques. Esto hace del ataque de Pats uno de los más difíciles de defender en la NFL.

La defensa no es élite. Pero es como cada año es buena en casi todo. Es sólida y la secundaria está empezando a funcionar a un gran nivel como se esperaba con las incorporaciones. El front seven permite cada vez menos puntos contra la carrera y con eso ya pueden competir por cada aprtido.

As a seguir: Tom Brady. Todas las miradas van a él. Es una máquina perfecta de completar pases. A sus 40 años está en uno de los mejores momentos de su carrera, lo que entristece al resto de equipos de la NFL. Un “¨Hall of Fame” sin termina la carrera, que ha marcado al football para siempre.

Dolphins

Cuando a principio de temporada se fichó a Jay Cutler para suplir al lesionado Ryan Tannenhill, se pensaba que este equipo pelearía por playoffs, incluso por la división con los Patriots. La realidad ha sido muy diferentes, un equipo anodino. Incapaz de tener regularidad y que además se ha desprendido de Jay Ajayi, su mejor arma en el juego de carrera. La temporada está casi finiquitada.

La defensa de los Miami Dolphins es buena, en ciertas facetas muy buena, recordad que está Ndamukong Shu en la línea defensiva, pero no es suficiente para pelear por los partidos. El cuerpo de linebackers es bastante flojo y la secundaria tiene días y días. Con un ataque que no está mucho tiempo en el campo, siempre termina por vérsele las costuras. Una pena.

As a seguir: Jarvis Landry. Es un receptor superlativo. Uno de esos a los que le da igual que QB le pase el balón. Siempre gana yardas después de la recepción y ayuda mucho en el juego de corto. Los Dolphins no saben muy bien si renovarle o no, mientras tanto el chico lucha por lograr una nueva temporada de más de 1000 yardas. Un crack.