Los de los Saints ha pasado de asombroso a histórico
El equipo de New Orleans está rompiendo récords en una campaña en la que sus corredores, Ingram y Kamara, pueden acabar copando todos los premios.
Ha llegado el momento de pararse a disfrutar de lo que están consiguiendo los New Orleans Saints en la temporada 2017 de la NFL. Ha llegado el momento porque, perdidos en medio de tantos titulares y tantos grandes equipos, podemos pasar por alto que los Saints ya no es asombroso o espectacular, es que está adquiriendo tintes históricos y poco menos que revolucionarios. Una orgía de monumental football.
Ayer los Saints ganaron a los Washington Redskins en uno de los partidos más memorables de toda la temporada. Memorable porque enfrente tenían un soberbio equipo. Pocos conjuntos con el orgullo y el buen hacer de los Redskins esta campaña. Con una plaga de lesiones de las de tumbar a cualquiera, y unas opciones de meterse en playoff poco menos que minúsculas, salen a jugar cada domingo como si el mundo se fuera a acabar en ese mismo instante y, además, con una dirección ejemplar. Son un equipo admirable.
Tanto, que ganaban a los poderosísimos Saints por dos anotaciones, más una conversión de dos, a falta de tan sólo tres minutos para concluir el encuentro. Se dice pronto. Delante tenían a Drew Brees y, con ese QB a los mandos, nadie puede dar por muertos a los de Nueva Orleans. Dos drives majestuosos, la citada conversión de dos, y notable mala fortuna en los drops de los receptores de los Redskins, llevaron el duelo a la prórroga donde una carrera de 51 yardas de Mark Ingram dejó sentenciado el asunto en favor de los fabulosos Saints.
Lo que hace esto histórico es que estamos hablando del octavo triunfo consecutivo del equipo, y nadie había ganado ocho partidos seguidos en la NFL tras perder los dos primeros de la temporada.
Más aún, lo que convierte esta racha en algo sin precedentes es el juego de los dos running backs, Mark Ingram y el rookie Alvin Kamara, que se están convirtiendo, y aquí cito a Mariano Tovar, en el MVP y novato del año respectivamente del curso.
¿Os parece exagerado? Pues ahí van algunos datos que dan peso al anterior argumento.
Desde que a mediados de octubre los New Orleans Saints traspasaran a Adrian Peterson a los Arizona Cardinals, Ingram lidera la NFl con ocho touchdowns en su cuenta. Lo hace, ojo, con una media de 120.7 yardas en ese periodo de tiempo. Pero es que en esas mismas semanas, que son cinco, Kamara está en 112.8 yardas por partido. Es decir, ambos, de manera individual, en la cima de la liga en yardas terrestres.
¿En conjunto? Pues lo nunca visto, claro. Si siguen a este ritmo acabarían la temporada con 3082 yardas, lo que sería récord absoluto de una pareja de corredores en la historia de la NFL. Sólo el backfield de los Cleveland Browns en 1985, formado por Ernest Byner y Kevin Mack, consiguió que cada uno de ellos pasara de 1400 yardas en una misma campaña.
De locos. Total y absolutamente de locos. Los Saints llevan años años sin comerse un colín, sin acercarse siquiera a playoffs, con un quarterback de la categoría de Drew Brees, un hombre que está en el Hall of Fame casi antes de retirarse. Les faltaba defensa y un juego más equilibrado por tierra para ser de verdad un gran equipo. Podemos afirmar que eso ha llegado, y que los asombrosos Saints han pasado a ser históricos y, desde luego, tan candidatos a ganar la Super Bowl como cualquiera.