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DETOCHO

Llegó la hora: Los pronósticos para la semana 9 de la NFL

El panorama sigue siendo turbio en la mayor parte de la liga al llegar al punto medio de la temporada.

Ciudad de México
KANSAS CITY, MO - OCTOBER 30: Tight end Travis Kelce #87 of the Kansas City Chiefs takes the field during player introductions prior to the game against the Denver Broncosat Arrowhead Stadium on October 30, 2017 in Kansas City, Missouri. ( Photo by Jamie Squire/Getty Images )
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JAMIE SQUIREAFP

El jueves, los mexicanos celebramos lo que es tal vez el día más representativo del país. Un día que nos distingue sobre el resto del mundo y refleja nuestra irreverencia: El Día de Muertos. Porque, en realidad, no hay nada más desvergonzado que burlarse de la mismísima muerte.

Incluso después de las recientes tragedias que han sacudido al país, dos potentes terremotos en septiembre, una devastadora temporada de huracanes y alrededor de 200 años de malos gobiernos, el país conserva su buen humor. Si podemos con eso, podemos con la muerte.

La NFL no está tan preparada. No sabe qué hacer con sus muertos, algunos ya podridos después de tantos años. Ocultarlos debajo del tapete es inútil, ni modo que desaparezcan a Cleveland… otra vez.

La verdad es que los Browns no merecen un altar, porque no han muerto de causas naturales, ellos son simplemente suicidas. Todos debemos de dejar de decir, “Wow, este draft no lo echaron a perder”, porque simplemente no es verdad, siempre lo hacen. Parece que está en su ADN. Como muestra, en los últimos dos reclutamientos han cambiado selecciones con las que se tomaron a Carson Wentz y Deshaun Watson. Así que no me digan que no murieron por su propia voluntad.

Los Browns no son los únicos muertos en este día. Ha sido una temporada bastante ocupada para la huesuda, que también se llevó la noción de que Joe Flacco y Cam Newton son quarterbacks elite, a la defensa legal de Ezekiel Elliott, las ilusiones de todo aquel que esperaba ver el declive y decadencia de Tom Brady, así como a la clavícula de Aaron Rodgers, la pierna de J.J. Watt y el próximo gran contrato de Kirk Cousins.

Ha sido una temporada difícil para la NFL, lesiones, polémica, disputas entre dueños, jugadores y patrocinadores, y mucha inconsistencia. Pues ajústense los cinturones, porque apenas llegamos al punto medio del calendario.

Ah, y hablando de muertos… aquí los pronósticos para la semana 9:

Chiefs (6-2) en Dallas (4-3): Hasta el momento en que tecleo estas líneas, jueves 2 de noviembre a las 00:28 hora del centro de México, Ezekiel Elliott permanece suspendido. Eso significa que hay una nube de tormenta sobre las cabezas de Jerry Jones y Jason Garrett. No es algo sorpresivo, cualquier meteorólogo lo habría visto venir a kilómetros de distancia.

Pero de igual forma Elliott decidió pelear una batalla que difícilmente iba a ganar sabiendo que posiblemente las consecuencias llegarían en el peor momento de la temporada. De los seis juegos que duraría la suspensión, Dallas enfrenta a sus tres rivales divisionales, al campeón reinante de la NFC y al equipo con el mejor registro de la AFC. Las cosas no se ven nada bien.

El castigo a Elliott es inoportuno en más de un sentido, pues también ocurre en un momento en el que el ataque de Dallas en general, y Elliott en particular habían encontrado su ritmo. “Zeke” venía de acumular 413 yardas por tierra y 4 TDs en sus últimos tres juegos, luego de sumar apenas 277 yardas y 2 TDs en los primeros cuatro partidos de temporada.

Ahora, Dallas recibe a los Chiefs sin la mejor arma para atacar a la defensiva número 28 de la NFL contra la carrera. Ahora es el momento en que Alfred Morris y compañía tienen que refutar o validar la leyenda que detrás de esa línea corre cualquiera. Porque cuando Dak Prescott no contó con apoyo terrestre pasó una buena dosis de problemas.

Y esas son solo la mitad de las complicaciones que Dallas enfrentará el domingo. Su endeble defensiva, que ha permitido al menos 35 puntos en cada una de sus tres derrotas, debe encontrar la manera de limitar al tercer mejor ataque de la liga. A un Alex Smith que sigue sin lanzar intercepciones, a un equipo balanceado que controla el reloj y el balón y cuenta con suficientes armas. Todo eso suma, o en el caso de Dallas, resta. Chiefs por 6.

Broncos (3-4) en Philadelphia (7-1): Los Eagles, sobra decirlo, son una de las buenas noticias de esta temporada. Un quarterback y un coach en su segundo año al frente de un ataque balanceado, que no se mete el pie, que maquilla bien sus debilidades y hace la jugada en el momento en que más la requiere.

Con cada triunfo, la confianza crece en un equipo joven y con justa razón. Son, hasta el momento, tal vez el equipo más consistente de la liga. A pesar que de sus seis triunfos, solo uno ha venido ante un rival que actualmente tiene récord ganador.

Del otro lado están los Broncos, una defensiva temible, la mejor en yardas en toda la NFL. Una frontal agresiva, un perímetro oportuno y una unidad bien compaginada en todo sentido. Las únicas debilidades de Denver están en los dos lugares más importantes del equipo: coach y quarterback.

El miércoles ya se tomó la decisión de intentar arreglar una de esas flaquezas con el ingreso a la titularidad del siempre impredecible Brock Osweiler en lugar del siempre inconsistente Trevor Siemian. Y ¿saben qué? Me gusta ese movimiento. Mucho.

Osweiler es un encantador por excelencia. Un jugador capaz de crear ilusión al inicio y más adelante romperte el corazón de la peor forma. Así debutó, con un triunfo ante Patriots, y así se ganó un gordo contrato. Ahora viene la toma dos. Con un Osweiler dispuesto a ganarse la titularidad de tiempo completo, una defensiva contra una línea ofensiva que perdió a su mejor jugador la semana pasada y sin mucho que perder, señoras y señores, aquí está la sorpresa de la semana. Broncos por 2.

Falcons (4-3) en Carolina (5-3): Algo anda mal con Matt Ryan, como si le hubieran quitado sus súper poderes. Como Mario sin estrella, como Superman con kriptonita, como Batman en bancarrota o como Luke sin la Fuerza. El actual MVP es hoy por hoy un quarterback del montón. La moraleja es nunca subestimar el trabajo de un coordinador, en este caso, ofensivo.

La ofensiva de Atlanta tiene demasiado talento en sus filas como para navegar a media tabla. Noveno por aire, 11ro por tierra, 15to en puntos. Pareciera un error, pero no lo es. Esos números cobran una nueva dimensión cuando enfrente tendrás a la quinta mejor defensiva de la NFL, una unidad que te va a quitar la carrera, te va a volver unidimensional y predecible, al grado en que llegarán los errores y los aprovecharán. Una defensiva que dicta el partido.

En sus últimos cuatro partidos, tres derrotas, los Falcons han anotado apenas 66 puntos y constantemente han jugado con desventaja en el marcador. Hacer eso el domingo sería caer en las arenas movedizas que representa la defensiva de Carolina. Por fortuna para Atlanta, el domingo no necesitan hacer una cantidad exorbitante de puntos para aspirar a la victoria y alcanzar a Carolina en el Sur de la NFC.

Los Panthers ya “presumían” de la ofensiva 23 de la liga, un equipo que ha anotado menos de 17 puntos en cuatro partidos, y que para colmo, canjeó el martes a su mejor receptor, Kelvin Benjamin. En resumen, Cam Newton saldrá el domingo al campo sin Greg Olsen y sin Benjamin. Eso no puede resultar bien. Falcons por 7.

Y como no me pagan por letra, los TurboPicks:

Bills (5-2) en NY Jets (3-5): Dato curioso, las ofensivas de Matt Ryan y Tyrod Taylor tienen la misma cantidad de puntos. No sé si eso hable bien de Buffalo o mal de Atlanta, pero... Bills por 9.

Ravens (4-4) en Tennessee (4-3): Qué conste que Flacco ya tenía problemas desde antes de la conmoción. Titans por 6.

Buccaneers (2-5) en New Orleans (5-2): No sería la primera vez que un barco pirata se hunde frente a las costas de New Orleans. Saints por 4.

Rams (5-2) en NY Giants (1-6): Se debe ser muy malo para ser considerado la vergüenza de una ciudad que tiene a los Jets, Nets y Mets. Rams por 7.

Bengals (3-4) en Jacksonville (4-3): Contra esa defensiva, lo más ofensivo que harán los Bengals vendrá cortesía de Vontaze Burfict. Jaguars por 3.

Colts (2-6) en Houston (3-4): Si observamos de cerca, creo que podremos ver a Chuck Pagano llorar durante el partido. Texans por 13.

Cardinals (3-4) en San Francisco (0-8): No me importa como anden los 49ers, mi religión me prohíbe ir con Drew Stanton. 49ers por 3.

Redskins (3-4) en Seattle (5-2): Kirk Cousins y los Redskins son como los salmones. Viajan tan lejos solo para morir. Seahawks por 9.

Raiders (3-5) en Miami (4-3): Con el estado actual de los Dolphins, me sorprende que solo sea un coach al que hayan encontrado aspirando cocaína. Raiders por 3.

Lions (3-4) en Green Bay (4-3): ¿A los cuántos tragos se le empieza a tener fe a Brett Hundley? Lions por 8.

Eliminator/Survivor: Texans. Esos Potros están desnutridos.

Desde la comodidad de su sofá: Bears (3-5), Browns (0-8), Vikings (6-2), Patriots (6-2), Steelers (6-2) y Chargers (3-5).

La semana pasada: 9-4

En la temporada: 70-49