Y sin querer, hablemos de Valverde
Lo primero es lo primero, siempre: ganó el Barça contra el Málaga, pero están de bajón. Ganan incluso sin tomárselo muy en serio.
Luis Suárez debería empezarse a ver lo que le pasa, ¿no? porque no mete goles ni al arco iris ultimamente. ¡Ojo! que Luis Suárez es uno de los mejores jugadores del mundo, que nadie se olvide pero, mira chico, no las metemos.
Y Umtiti está genial y Deulofeu mete goles (aunque sea después de un centro que no salió por pocos centímetros por la línea de fondo, no, la bola salió casi dos metros, anda qué...) y Messi sigue iluminando y blablabla...
Sin embargo, y aunque sea sin querer, y al menos por un día, hablemos de Valverde. Hablemos del Chingurri.
Con esa cara que siempre pone en la tele, que parece haberse comido cuatro kilos de limones o cuando mira el partido desde la banda, que te hace pensar: "este tío no tienen ni idea de lo que está pasando en el campo y qué demonios le va a decir a Messi o a todos los cracks para que mejoren".
Este hombrecito de aspecto sombrío, corbacho y de atuendos grises, este Valverde, precisamente este, es justo lo que necesitaba el Barça porque Valverde es un crack.
Y allí es donde quería llegar: nos da igual tu aspecto, tu cara limonera, tus atuendos, tu falta de gracia, tu pasado anodino como jugador futbolero, nos da igual todo eso y más, ¿por qué?
Porque, Valverde, haces que Messi juegue de Maravilla, has recuperado a Alba y a Rakitic que se los casi cargo Luis Enrique, haces que todos los jugadores se sientan importantes, has hecho que Umtiti sea un mariscal, no te quejas de que te hubieran prometido tener la MSN y que luego Neymar se largara, aunque todos lo sabían menos tú, no te despeinaste cuando llegó Dembélé y se lesionó, ni cuando el Madrid te dió un baño y te libraste de la quema todavía no sé ni porqué, no te enfadas cuando Piqué un día y otro la sigue liando con o sin razón fuera y dentro de la Selección, cuando los árbitros te birlan una victoria clara contra el Atlético de Madrid no te quejas en la rueda de prensa, no te enfadas con los de negro, e incluso pasando por los momentos políticos más complicados del Barça no solo en terrenos pantanosos del país sino también en la presidencia del club, tú no te lías.
Valverde nos das la paz y eres el bálsamo que esperábamos después de que Luis Enrique nos dejará revolucionados por dentro y por fuera, que tampoco fue malo, pero de vez en cuando, saborear un poco de calma chicha, no va mal.