La (potencial) hazaña de los Cubs solo acaba de empezar
Con su triunfo en el cuarto partido de cara a forzar un quinto, los campeones del mundo tendrán otra prueba de fuego y ni más ni menos que contra Clayton Kershaw.
La velocidad y la inercia con la que desarrolla los playoffs de las Grandes Ligas es apabullante y aunque solo se trate de 24 horas, los Chicago Cubs pueden respirar aliviados tras seguir vivos después de un tensísimo encuentro contra Los Ángeles Dodgers que amenazaron durante momentos puntuales del último tercio, pero que nunca fueron capaces de superar la férrea resistencia de los muchachos de Joe Maddon.
Con los ánimos por las nubes y una autoestima recuperada para Javier Báez, que recuperaba su mejor versión al sacar por dos ocasiones la pelota del campo tras una horrible racha de 0 de 20 al iniciar estos playoffs, y un Willson Contreras que era capaz de lograr el home run más profundo de la era Statcast, que no dejan de ser 491 pies o 149 metros si estáis echando cuentas en casa, los de Illinois ven como ya llueve menos… o al menos hasta que se inicie el quinto partido y último de la serie en Wrigley Field.
Por esta razón, vamos a repasar algunos de los datos más interesantes que pueden marcar el final del camino para los vigentes campeones del mundo… o el cambio de las tornas en la eliminatoria.
La historia no está de su parte
Eso resulta algo obvio cuando se piensa en el agujero profundo en el que estaban y siguen estando los Cubbies. Solo un equipo en toda la historia de las eliminatorias al mejor de siete partidos ha sido capaz de iniciar la serie con tres derrotas y terminar ganando. Sí, todos estáis en lo cierto porque fueron los Boston Red Sox, referidos a sí mismos como “los idiotas” que fueron capaces de fundirles los plomos a los New York Yankees en cuatro memorables encuentros que están perfectamente recogidos en el especial de ESPN 30 for 30 titulado “Four days in october”.
Además, lo de los Red Sox fue incluso más memorable que los de los Cubs porque venían de perder 19-8 en el tercer encuentro y gracias al robo de base de Dave Roberts (sí, el mismo que dirige actualmente a los Dodgers), lograron empatar contra el gran Mariano Rivera y luego ganar en entradas extra… para no dejar de hacerlo durante el resto de la serie.
En definitiva, aquellos que iban perdiendo 3-0 solo fueron capaces de forzar un quinto partido en 7 de las 36 ocasiones anteriores, un sexto solo se vio tres veces y un séptimo, bueno, pues en la memorable remontada de Boston.
Ya se sabe, tratar cada partido en solitario e ir paso a paso.
El ataque no funciona
Es verdad que Báez y Contreras consiguieron producir lo necesario para Jake Arrieta, pero el estado en general del ataque está muy por debajo de lo esperado. La ofensiva de los Cubs se encuentra en horas bajas pese a haber sido muy prolífico en la segunda mitad del año, pero resulta que fue problema general durante el transcurso de las Series de División contra los Washington Nationals, si exceptuamos el extrañísimo quinto encuentro que se saldó con su victoria por 9-8.
El colectivo está promediando un .163 de bateo en las Series de Campeonato que si lo comparamos a lo que les está pasando a los Astros, convierten a estos Cubs en la versión moderna de los Yankees de 1927… o algo parecido. Con imaginarse a Kris Bryant (.188) y Anthony Rizzo (.077) aportando a la causa, casi todo es posible.
El desafío que supone Clayton Kershaw
Estamos de acuerdo con que el zurdo de Texas no ha ofrecido su mejor versión en época de playoffs y este 2017 tampoco está siendo el caso, con su ERA de 4.67 este mes de octubre, pobre control (4 bases por bolas en 11 entradas) y permisibilidad con el home run, como los cinco que ya ha concedido, incluido uno contra los Cubs en el inicio de estas series.
Sin embargo, Clayton Kershaw no deja de ser el mejor pitcher de esta generación, un MVP y tres veces Cy Young, que será inquilino del Hall of Fame en su primera oportunidad y que ya no tiene que ser el Atlas de nuestra época, soportando el peso de las expectativas de los Dodgers en playoffs como fue en el pasado.
Esto obligará a que José Quintana también esté a la altura o que siga haciendo el gran trabajo en su primera postemporada, con dos carreras concedidas en 10 entradas y dos tercios hasta la fecha). Además, los 47 lanzamientos de Wade Davis prácticamente le descartan para repetir la valiente actuación del cuarto partido y que otros compañeros en el bullpen tengan que asumir la obtención de outs cruciales con la temporada en juego.
Como me acaban de recordar durante las últimas horas de este duerme-vela en el que nos encontramos todos los seguidores del pasatiempo nacional, agonía en el triunfo de los Cubs es algo que va implícito y lo que está claro es que los vigentes campeones no van a rendirse sin luchar cada uno de los 27 outs del partido.
Que nadie espere que le entreguen la victoria a los Dodgers en bandeja de plata sino más bien todo lo contrario para devolver la serie a Los Ángeles.