Adrian Peterson resucita y, con él, los Arizona Cardinals

Adrian Peterson, uno de los mejores running backs de la historia de la NFL y es posible que hasta ese título se le quede pequeño, no estaba muerto. Pudo parecerlo en su pequeño paso por los New Orleans Saints, donde sólo duró cinco semanas de competición, pero en su debut con los Arizona Cardinals tras el traspaso de esta semana ha demostrado que aún le quedan cosas que mostrar en la liga. Y, de paso, insufló un aire nuevo a un equipo que también vagaba por la competición sin oficio ni beneficio.

Ya no es así. Los Arizona Cardinals se plantaron frente a los Tampa Bay Buccaneers como víctimas propiciatiorias y con la intriga de qué uso le iban a dar a Peterson. Tras la lesión de David Johnson, el titular de la plaza, el equipo cayó en una semidepresión. Así que el hecho de que apostaran por el veterano running back que tanto lució en los Minnesota Vikings parecía más una carta desesperada que otra cosa.

No obstante, somos curiosos y ahí estábamos para ver qué hacían de Peterson. En seguida se disiparon todas las dudas: cuatro carreras en el primer drive, más de sesenta yardas y un touchdown. Hala. Eso es una carta de presentación de esas que hacen que no se olviden de ti tan fácilmente.

Los números finales del jugador son un escándalo: 134 yardas en 26 carreras, que son nada menos que 5,2 yardas por carreras, y dos anotaciones. De hecho, con estas últimas se ha aupado al noveno lugar de la lista históricas de touchdowns, superando al mítico Barry Sanders.

Y, con los números, las sensaciones. Los Cardinals dominaron a su antojo un partido en el que llegaron a ponerse más de cuatro touchdowns por encima de sus rivales.

Como son un equipo en un año muy complicado, y como esto es la NFL, los desahuciados, al menos por esta noche, Tampa Bay Buccaneers, forzaron el juego, las situaciones estrambóticas, los azares de la pelota y llegaron a poner en entredicho el resultado, que fue de un definitivo 33 a 38.

Lo hicieron, además, tras la lesión de Jameis Winston y la inclusión en el partido del entrañable Ryan Fitzpatrick, que siempre asegura momentos bizarros y extraños giros de guión. Los tuvimos, aunque el resultado final, que es lo que cuenta, en lo que venía a decir al principio: Adrian Peterson no estaba muerto, en absoluto, y con su aparición de nuevo en la NFL ha dotado de vida a unos Arizona Cardinals que la necesitaban tanto como la victoria de esta noche.