Los Patriots se queman tras jugar con fuego ante los Panthers

Ni siquiera el más grande de todos los tiempos puede remontar partidos imposibles todas las semanas. Incluso aunque parezca que está muy cerca de ello.

Los New England Patriots llevan toda la temporada jugando con fuego y hoy, ante los Carolina Panthers, se han quemado. El equipo de Cam Newton ganó por 33 a 30 en Fóxboro en una de las grandes sorpresas de la jornada y de lo que va de temporada.

Porque los Panthers habían dejado malas sensaciones durante las tres primeras jornadas, a pesar de llevar ya dos victorias, tres con la de hoy. Y, entre ellos, Cam Newton había parecido de lo más vulgar. Muy lejos de su versión MVP y como oxidado tras su lesión de hombro de la anterior campaña.

Sin embargo, y como ya habían hecho los Patriots ante los Houston Texans, los Panthers vivieron una tarde de cierta placidez en ataque. La defensa de New England no está funcionando, y ya es una evidencia palmaria.

No debieron ni tener problemas para ganar el encuentro los de Carolina porque, en el último periodo, llegaron a ir 30 a 16 arriba.

Por supuesto, eso es una siesta para Tom Brady. El quarterback de los Patriots montó dos drives dignos de su leyenda y empató el partido a treinta, incluso sacándose algún cuarto down de esos de poner el corazón en un puño a cualquier aficionado a la NFL.

Esta vez, no obstante, no le sirvió para que su equipo ganara porque su defensa no le acompañó, y dejó campo suficiente para que los Panthers llegasen a field goal range y remataran la victoria.

Newton acabó con 22 de 29 pases completados, 316 yardas y tres touchdowns de pase, mientras corrió para otro. Números, sí, dignos de su temporada de MVP. Como lo es el liderar un ataque capaz de ganar a los New England Patriots.