Tras la inesperada derrota en la primera jornada ante el Shakthar, el Nápoles se juega un buen trozo de clasificación a los octavos de Champions con el Feyenoord en el San Paolo. Los azzurri, a pesar de la victoria ante el SPAL y del pleno de triunfos en la Serie A, que vale el liderato con la Juventus, vivieron unos días tristes: Arkadiusz Milik, que hace un año sufrió la lesión del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, en el estadio Paolo Mazza, este sábado, se rompió el mismo ligamento, pero en la derecha.
Los holandeses (cuyos hinchas no podrán acceder al San Paolo por decisión de las autoridades italianas) también sufrieron varias bajas: Van Bronckhorst tendrá que renuciar al punta Jorgensen y al defensa Botteghin (fuera hasta enero), con St. Juste (20 años) que debería sustiturle en la zaga. "Será un gran partido, me gusta el juego de Sarri", dijo el técnico en la conferencia de prensa del San Paolo: considerando el 0-4 que le endosó el City en la primera jornada, para los de Rotterdam será ya la última oportunidad para meterse en la lucha por la clasificación a los octavos.