Los Lions se aprovechan de unos Giants dormidos
Detroit mantuvo su inicio perfecto de temporada y de paso envió a Nueva York a su tercer inicio de 0-2 en los últimos cuatro años.
Ninguna de las nuevas armas de la ofensiva de los New York Giants parece funcionar, incluso con el regreso de Odell Beckham Jr. Eso no es problema de Matthew Stafford y los Detroit Lions, quienes tomaron el triunfo y prosiguieron su camino.
Stafford lanzó dos pases de touchdown y se sacudió la incesante presión de los Giants, Jamal Agnew devolvió un despeje 88 yardas para una anotación y los Lions inician la temporada con marca de 2-0 al derrotar 24-10 a los Giants.
Esta vez Stafford y los Lions no necesitaron de una remontada en el último cuarto, el sello de la casa. Simplemente tomaron la ventaja con una conexión de 27 yardas entre Stafford y Marvin Jones Jr. en el primer cuarto y parecieron evitar cualquier contratiempo el resto del partido.
Después de que los Giants empataran con un pase de 18 yardas de Eli Manning a Evan Engram en la primera jugada del segundo cuarto, la ofensiva de los Giants se fue a dormir. Los Lions retomaron la ventaja con una conexión de Stafford a Eric Ebron para capitalizar una extraña serie de eventos.
Jason Pierre-Paul capturó a Stafford, quien soltó el balón y Devon Kennard recuperó en la yarda 36. Eso debía ser suficiente para sacar al ataque de Nueva York de su letargo. Todo lo contrario. La posesión del ovoide les duró un total de 10 segundos, antes de que Tahir Whitehead interceptara el pase de Manning y colocara el balón a 29 yardas de la anotación.
Desde ahí, Stafford fue a trabajar y cinco jugadas después encontró a Ebron. De la manera en que jugó el ataque de Nueva York, el partido estaba sentenciado.
Manning completó 22 de 32 envíos para 239 yardas. Pero toda la noche enfrentó presión y no siempre supo qué hacer con ella. Fue capturado en cinco ocasiones y golpeado ocho veces en total. Cuando tuvo tiempo para lanzar el problema estuvo del otro lado del balón.
Beckham Jr, Engram y Brandon Marshall dejaron caer pases importantes. Marshall, en particular, soltó dos espirales perfectas de Manning, una de ellas en zona de anotación. Pero la primera, en tercera oportunidad, fue crucial. Solo por la banda izquierda, el veterano solo tenía que encajar con su descripción de trabajo. Recibir el ovoide. No pudo y los Giants pagaron un precio muy alto por su error.
En la siguiente jugada, Agnew tomó la patada de despeje y con una serie de movimientos dignos de videojuego devolvió el balón 88 yardas para colocar el marcador 24-10 y darle el tiro de gracia a un equipo de Nueva York que se ubica en el sótano del Este de la NFC y sin una luz al final del túnel.
Todo lo contrario para Detroit, que inicia con marca perfecta por primera vez desde 2011 y llega confiado a un duelo que pondrá a prueba la veracidad de su récord: una visita de los Atlanta Falcons.