Bill Belichick: "Tenemos mucho trabajo por delante, es obvio"
El entrenador de los New England Patriots no puso paños calientes a la decepcionante actuación de su equipo y subrayó que fue un problema colectivo.
No es Bill Belichick el entrenador que con mejor humor se toma las ruedas de prensa. Por norma general se presenta a sus obligaciones para con los periodistas con gesto muy serio y dando respuestas cortas y cortantes a preguntas que considera una pérdida de tiempo. Eso es lo que le define, aunque es algo injusto porque, de la misma manera, en momentos más relajados y con preguntas bien hechas se ha explayado a gusto explicando su versión del football.
Ayer, desde luego, no era uno de esos momentos. Tras ser su equipo destrozado por los Kansas City Chiefs, que le endosaron un 42-27 en su propia casa de Fóxboro, apareció el poco hablador Belichick en sala de prensa. Y dijo lo que se puede esperar que diga un personaje como él: la culpa es toda nuestra, con los entrenadores en primer lugar, y queda muchísimo trabajo por hacer a lo largo de la temporada si quieren llegar a ser un buen equipo.
"No hemos hecho nada bien como para merecer la victoria. Hemos concedido 42 putos, hemos sido parados en cuatro jugadas de yardaje corto", explicó el mítico entrenador de los Patriots, y pasó a ponerse en la primera fila de los culpables añadiendo que "tenemos que ser mejores entrenadores, practicar mejor, jugar mejor. Tenemos mucho trabajo por delante, es obvio".
Preguntado sobre si le preocupa más lo mostrado por la defensa o por el ataque, mantuvo su posición inicial: "Tenemos que mejorarlo todo. Empezando por los fundamentos, no hemos hecho nada bien y hemos cometido muchos errores".
También quiso dejar claro que el mérito de Kansas City Chiefs y Andy Reid debía de ser subrayado, más allá del demérito propio: "Andy y todo su equipo de Kansas City ha hecho un gran trabajo, mucho mejor que el nuestro. Dadle crédito".
Por último, cuando los periodistas presentes le inquirieron sobre las big plays concedidas en el último cuarto, el paradigma Belichick no varó un ápice y concluyó: "Mala defensa, malos entrenadores, mal juego, mal football".
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