Cuando el 31 de agosto parecía el 31 de julio en las Mayores
El frenesí de operaciones que se han producido con Justin Verlander y Justin Upton a la cabeza nos ha hecho retroceder prácticamente un mes. Partido en vivo, juego de las estrellas MLB, grandes ligas
Parece mentira, pero cuando parecía que toda la atención y el frenesí propio del cierre de un mercado de traspasos iba a estar centrado exclusivamente en el así llamado deporte rey, con sus interminables rumores sobre las altas y bajas, idas y venidas de futbolistas de distintas ligas que iban a monopolizar las discusiones para las siguientes horas, fíjate por donde que ha sido el béisbol el que ha generado las clásicas prisas por cerrar los acuerdos, que siempre son más complejos que la clásica indemnización o correspondiente pago de la cláusula de rescisión del mundo del fútbol.
Sin que sirva de precedente, el pasatiempo nacional ha registrado una clase de movimientos que casi podía rivalizar con aquellos minutos vividos con el cierre del mercado de traspasos del 31 de julio, que suele traer muchas más noticias como bien pudimos ver con el nuevo destino escogido para Yu Darvish o Sonny Gray por mencionar algunos de los más destacados.
No, el final del mercado de waivers, que limita mucho más las opciones que las negociaciones de los equipos que respecto al 31 de julio, con las habituales maniobras destinadas a ‘bloquear’ la llegada de un jugador u otro al que te precede en la lucha por una plaza para los playoffs nos ha deparado una cascada de sensaciones que te obligaban a pellizcarte por si lo ocurrido era producto del sueño del aficionado al béisbol o se trataba de la realidad.
Una época plena de abundancias
Lo que sí está claro es que toda operación de relumbrón suele ser anterior al 31 de julio o en los últimos segundos del plazo. La época de waivers se suele reservar a operaciones menores que completan las opciones de los equipos que aspiran a jugar en postemporada, pero por una vez, hemos podido comprobar que las experiencias del pasado quizás haya que relegarlas a esa época o todo esto es producto del nuevo convenio colectivo, que reduce las compensaciones a los futuros agentes libres y ofrece más posibilidades a los jugadores que llegan a ese punto.
Puede que desde ese punto de vista se pueda entender que, pese a las dificultades propias del proceso, los New York Mets hayan traspasado a Curtis Granderson (Los Ángeles Dodgers), Jay Bruce (Cleveland Indians), Lucas Duda (Tampa Bay Rays) y a Neil Walker (Milwaukee Brewers). Ya no existe la garantía de esa elección entre la primera y la segunda ronda del draft más la consiguiente pérdida de tu elección por parte del club que les fichase y la menor compensación te obliga a pensar que más vale la llegada de una promesa aunque sea menor a tus expectativas que el riesgo a que ese agente libre acepte renovar contigo tras la oferta calificada, percibiendo a cambio 18 millones de dólares por un año, que tampoco está mal.
Un futuro lleno de posibilidades
Con ese proceso que ha durado la totalidad del mes, todos los equipos que hayan adquirido a ese jugador destinado a ser el espaldarazo necesario para llegar a octubre pueden presumir de ser más altos, más guapos y casi más ricos.
No hace falta preguntar a los Indians si se encuentran satisfechos con Bruce (.893 OPS) o a los Dodgers con Granderson (4 home runs en 11 partidos).
Todos estos equipos han incrementado sus opciones de cara a llegar a octubre y avanzar profundamente en el mes al igual que esperan hacer los Astros con Verlander (y Maybin), los Angels con Upton y Phillips, los Cubs con Leonys Martín o los Rangers con Miguel González.
En una época en la que se presupone una relativa tranquilidad, todos estos fuegos artificiales sólo nos hacen aguardar con más impaciencia si cabe lo que prometen ser unos playoffs espectaculares y emocionantes.
Vamos, lo de costumbre.