Batalla nula en el Nemesio Diez entre el Toluca y el Necaxa
Toluca y Necaxa empataron 0 en el primer partido de la jornada dominical. Barragán estuvo cerca de dar la victoria a los Rayos, pero reventó el travesaño.
Combate sin bajas en el Infierno. Sin victoria y sin apenas historia. Al Toluca le queda el consuelo del invicto aunque la papeleta de gol le sigue pendiente. Y al Necaxa, el beneplácito de extirpar un punto en territorio hostil.
El plan A del Toluca consistió en aprovechar el virtuosismo de Gómez, un escapista 'houdinesco'; ni Lichnovsky ni Beckeles le vieron el polvo. Entonces, entre la normalidad, Barovero, quizá confundido por la similitud fonética de los gritos "Diablos" y "Rayos", hizo el 'swim' completo ante una cesión y el balón, manso, amenazante, terminó en su poste derecho. Peñaloza advirtió una ilegalidad en la aprensión posterior de Barovero; el tiro indirecto finalizó en el extremo opuesto, con Velázquez cabeceando a la posición de Luis García. La pifia le valió al exRiver los malos augurios del Nemesio Diez.
El partido, entonces, se sumergió en un té de valeriana. Salvo la electricidad de Gómez y Sambueza, que rompían entre el doble pivote de Báez y Pérez para servir en bandeja a López y Hauche, los Rayos se parapetaron el Toluca se enredó con los cables. En una resoplo, Báez dio la orden y Velázquez, un portaaviones fichado en Toluca, hizo despegar una nave cuya bomba cayó sin hacer daños sobre la meta de García.
El Infierno reposaba hasta que el Necaxa accionó su plan. De Luna, Velázquez y González, como flechas, en busca de los espacios que regalaban las pérdidas Osvaldo González y el extravío de Salinas. Todo mientras los Diablos se mantenían ocupados deshaciendo nudos. Y en ello, una ráfaga, un rayo. Escapó De Luna, centró al corazón del área, cedió Velázquez, y González la dejó llegar a su empeine derecho. El tiempo es oro.
Tras el susto, Sambueza se inventó un espacio y Salinas cayó custodiado por Álvarez. Para Peñalosa no hubo suficientes elementos acusatorios. Como réplica, González citó, con un cabezazo suave, a Barragán con García, pero el obús estalló en el travesaño. Un sismo de 7 grados en la escala de Ricther sacudió Toluca. El combate terminó sin bajas, sin daños y con un tratado de paz. Y aún con los cimientos en vibración.