Lo de Paulinho no es el gol... anota cada 4.8 partidos
En sus 398 partidos de profesional, 357 con clubes y 41 con Brasil ha hecho 82 goles. Cabe en los tres puestos del 4-3-3 o en un doble pivote si Valverde se pasa el 4-2-3-1.
Paulinho sabe que llega con dos cruces al Barcelona. La primera, su precio. Los 40 millones de euros que el Barça paga al Guangzhou se consideran una aberración en la Ciudad Condal. Lo segundo, su estilo. El brasileño un duro fajador que viene a aumentar la competitividad del centro del campo del Barça, débil en los últimos tiempos. Eso choca con el purismo instalado en Can Barça hace años.
Paulinho es un jugador alejado al modelo que se lideró Xavi y se ha hecho eterno, pero el centro del campo del Barça empieza a estar flojito y, como en su día Rijkaard se vio obligado a meter músculo con Edmilson y Van Bommel, seguramente sus números también demuestran virtudes. En los 398 partidos que tiene registrados transfermarkt en su carrera profesional, el brasileño ha hecho 82 goles. Significa eso que Paulinho ha hecho un gol cada 4,85 partidos. El dato más relevante es su espectacular cifra con Brasil. En sólo 41 partidos ha marcado nueve goles, 4,55 por partido. Si tiene continuidad, veremos un gol de Paulinho cada cinco partidos. Cumple religiosamente su media.
Transfermarkt también ha monitorizado 198 partidos del brasileño para analizar su posición en el campo. El 50 por ciento de los mismos los jugó como mediocentro mientras que el 41 por ciento de los mismos lo hizo como mediocentro defensivo y sólo el 8,5 como mediapunta. Esto es, por delante del doble pivote. Queda claro pues que, en el 4-3-3 con el que ha empezado Valverde, Paulinho puede jugar en cualquiera de las tres posiciones. Para dar oxígeno a Busquets, para sustituir a Rakitic o para correr hacia atrás lo que ya le cuesta más a Iniesta. Si Valverde decidiese en algún momento regresar al 4-2-3-1 que utilizó en el Athletic de Bilbao, Paulinho podría jugar en el doble pivote acompañando preferentemente a Busquets, pero también a Ivan Rakitic. Aunque a muchos no les guste, esta incorporación deja en una situación comprometida a Iniesta, que ha decidido no renovar su contrato este verano y que apunta a estar ante su última temporada en el club. Pero también señala a André Gomes. Desde Barcelona sí se celebró su fichaje por 50 millones de euros (35 millones más 15 en variables) como no se hace este de Paulinho. Pero el Barça se ha visto obligado a hacer la inversión del brasileño porque, de momento, el portugués no ha dado el salto competitivo al que estaba obligado por el pastizal que el Barça pagó por él.
