Las plegarias de los Baltimore Ravens: no más lesiones
Tras perder a un nuevo jugador para toda la temporada, el equipo de John Harbaugh sueña con que se acabe la racha y Joe Flacco se recupere bien.
Mandamiento número uno de todos los vestuarios de la NFL al comenzar la pretemporada: no os hagáis daño. Todo lo demás es importante, crucial: prepararse físicamente, aprender el libro de jugadas, generar rutinas en el campo con los compañeros más cercanos... Todo va detrás de, por favor, por favro, no os lesionéis para todo el año.
Mandamiento número uno del vestuario de los Baltimore Ravens: rezad. Rezad porque las lesiones llegan, más que en otros equipos, y no queremos que le toque a nadie esencial, no queremos que se sigan apilando los injury reserve, no queremos perderte a ti.
Joe Flacco ve los entrenamientos desde la banda. No se le permite arrimarse al campo ni a saludar a los compañeros. Ni siquiera a corregir alguna cosa que haya hecho mal su suplente, Ryan Mallett, aunque motivos tiene a decenas para esto último. El quarterback titular del equipo se ha hecho daño en la espalda y no olerá la pretemporada ni de casualidad.
¿Cómo no entenderles? No sabemos si la lesión de Flacco es realmente dura o no. Y me refiero a dura como para hacerle perder partidos de temporada regular. No estamos ante el mismo caso de Andrew Luck y Cam Newton. Los QBs de los Indianapolis Colts y los Carolina Panthers, respectivamente, se operaron este año del hombro de lanzar y sus recuperaciones son lentas, farragosas y llenas de altibajos; sabemos que es muy probable que el primero no esté en las primeras jornadas, a saber cuantas, y que el segundo es muy probable que no se pierda ningún partido aunque hay dudas tras algunas pruebas de lanzamiento que le dejaron dolorido.
Joe Flacco no está en esas circunstancias. Al jugador mejor pagado de los Ravens la espalda le tiene inactivo, sí, y las lesiones de esa zona son muy puñeteras, imprevisibles en sus recaídas y con periodos de recuperación que no pueden ser sino estimaciones vagas. Lo que pasa es que, además, Flacco está en Baltimore, el equipo que parece haber sido castigado con una maldición en los últimos años y, claro, las precauciones han de ser extremas.
Las últimas dos temporadas han sido un infierno para la franquicia en lo que se refiere a perder jugadores para todo el año. Y en 2017, del que os recuerdo que aún estamos a 13 de agosto, su pole position en cuanto a desgracias no admite comparación: Dennis Pitta y Crockett Gilmore han dejado el puesto de tight end hecho un solar, Tavon Young les ha dejado sin un cornerback que prometía ser titular, el corredor Keneth Dixon, ahora el guard Alex Lewis... y sólo hablo de algunos de ellos. Todos fuera para la campaña.
Las precauciones con Joe Flacco, pues, van a ser absolutas.
Los Baltimore Ravens de Joe Harbaugh jugaron los playoffs los cinco primeros años de la era de forma ininterrumpida. Y, ah, sí, ganaron la Super Bowl XLVIII. Eso hace de esta franquicia una pieza élite de la NFL y donde perder no es algo que se tolere a la ligera. De los últimos cuatro años sólo han estado en la pelea por el título una vez y en 2015 y 2016 no jugaron en enero. Un tercer curso consecutivo sin ir a playoff haría que comenzaran a sonar los tambores de guerra.