Las grandes batallas camino del training camp: NFC Sur
Se puede argumentar que esta división es la más interesante, o al menos una de las dos más potentes, de la actual NFL. Su verano promete emociones.
Está preciosa la NFC Sur. Me da la sensación de que tres de los equipos han hecho las cosas para ser mejores que el año pasado y el otro... el otro es uno que iba 28-3 arriba finalizando el tercer cuarto de la Super Bowl. Casi nada. Aquí va a haber, como decía el clásico, hondonadas de hostias.
Atlanta Falcons
Sin ninguna duda, el mayor atractivo de la pretemporada de los actuales campeones de la NFC es analizar el sistema ofensivo que implementarán.
Los Falcons fueron una de las grandes sensaciones de la pasada campaña porque lucieron un ataque a la altura de algunos de los mejores de la historia. El gran ingeniero de ese sistema fue Kyle Shanahan, que ha volado a San Francisco para ser el entrenador jefe de los 49ers en vez de seguir siendo coordinador ofensivo de un grupo que aún tiene mucho jugo dentro.
Es por eso que la sustitución de Shanahan por Steve Sarkisian es la gran historia de los Falcons este año. Sarkisian no es ningún "piernas". Fue entrenador extraordinario en la universidad de Washington, tuvo que dejar el mismo puesto con USC por sus problemas con la bebida y resucitó en Alabama a las órdenes de Nick Saban. Ahora tiene la oportunidad de la absoluta redención, o el absoluto fracaso, con un grupo que ha demostrado ser excepcional y en el que se le pedirá mantener un nivel de matrícula de honor.
Tampa Bay Buccaneers
No son batallas propiamente dichas, porque van a coincidir en el campo una barbaridad, pero las duplas Mike Evans - DeShaun Jackson y Cameron Brate -O.J. Howard me tienen en un sinvivir.
La de los receptores es una historia de compatibilidad, de ver como se les puede usar de manera que los coordinadores defensivos tengan pesadillas por las noches. No parece difícil.
La de los tight ends es más compleja y demostrará cuánto quiere Dirk Koetter modificar sus esquemas para tirar de ellos a la vez o cuánto prefiere de la agilidad y velocidad que le aportan sus múltiples opciones en ataque.
New Orleans Saints
Mark Ingram, Adrian Peterson, Alvin Kamara.
Son tres nombres que han de ser importantes en la temporada de los Saints. Los tres corredores están en un punto tan diferente de su carrera que conforman uno de los backfields más heterodoxos de la NFL. Y, además, parece evidente que Sean Payton quiere que su equipo corra más de lo que lo ha hecho en tiempos recientes.
Ingram parece la apuesta más segura. Está en la parte central de su carrera y, por físico, debería llevar el mayor peso del ataque por tierra. Sin embargo, la incógnita de Peterson es lícita; si consigue parecerse, aunque sea remotamente, a su mejor versión estaríamos ante una fuerza desbocada que no pasaría desapercibida ni tendría sólo 10 o 15 carreras por partido. Como eso no es muy probable, Kamara, el rookie, va a tener sus oportunidades; no es un cualquiera.
Muchos ojos pendientes este agosto de la cantidad de carreras, y en qué momentos, reciben cada uno de ellos, porque la temporada de los Saints descansa en este tipo de decisiones.
Carolina Panthers
Christian McCaffrey y Curtis Samuel han sido elegiso en el draft para cambiar el ataque de los Carolina Panthers. No para mejorarlo. No para dotarlo de más velocidad. No para darle más armas. Para cambiarlo de arriba a abajo.
Porque el talento, siempre hablando de manera potencial, de estos dos chavales y sus tremenda flexibilidad posicional lo que nos indica es que en Carolina quieren que la option dirigida por Cam Newton, arte en la que el quarterback es letal, mute de potente a impredecible y explosiva.
Muy pocos ataques me parecen tan intrigantes, me generan tantas ganas de verles ya en en acción, como el de estos Panthers. Quiero saber qué se está cociendo ahí y cómo puede resultar.
Tanto Samuel como McCaffrey tienen que pelear, y muy duro, para que eso se haga realidad y para cambiar y modificar un sistema a su antojo. Si no dan el nivel, si no lo consiguen, no serán ni titulares, así que el dúo veloz y ¡jugón! de Carolina ha de intentar dejar su huella desde ya.