Rybarikova: de rozar la retirada, a las semifinales de Wimbledon

Magdalena Rybarikova (Piestany, Eslovaquia, 4 de octubre de 1988) está viviendo "un sueño" en Wimbledon. Jamás había pasado de la primera semana en un Grand Slam (en todos tiene balance negativo) y este jueves jugará las semifinales en Londres contra la española Garbiñe Muguruza. La número 87 del mundo (llegó a ser la 31 en 2013) lo hará después de dejar en la cuneta a Nicolescu (51), Karolina Pliskova (3), Tsurenko (35), Martic (135) y Vandeweghe (25), casi todas con mejor ránking que ella.

Pero lo más importante es que esta jugadora que reside en Bratislava y que se formó en el Centro Nacional de Tenis de su país, peleará por meterse en la final seis meses después de haber pensado incluso en retirarse. Fue en enero, cuando después de intentar recuperarse de dos operaciones a las que se sometió en 2016 (muñeca y rodilla) no pudo acudir a Australia porque aún tenía molestias: "Creí que no iba a volver a jugar. No estaba realmente bien y hubo un día que pensé que no quería ni oír hablar de otra operación. Estaba dispuesta a soportar el dolor. Pero en un entrenamiento tuve mucho y creí que iba a destrozarme la rodilla. Y, lo que son las cosas, al día siguiente me encontré bastante mejor y a partir de ahí todo fue yendo bien".

Rybarikova perdió muchos puntos en el ránking de la WTA —empezó el año en el puesto 453— y antes de llegar a Wimbledon decidió jugar varios torneos ITF Challenger. Ganó dos títulos en Japón y dos en Gran Bretaña entre mayo y junio, los últimos en hierba. "Es la superficie que más me gusta, y Wimbledon, mi torneo favorito, aunque hasta ahora no se me había dado bien", reconoce la eslovaca, que cayó en primera ronda los siete primeros años que lo disputó. En 2016 también se fue a la calle a las primeras de cambio, eliminada por Genie Bouchard, y en 2015 logró su mejor resultado alcanzando la tercera ronda, donde perdió contra Govortsova.

Su carrera se resume en cuatro títulos WTA, tres en pista dura y uno en hierba, y nueve ITF. Además, en 2013 ganó a Angelique Kerber y en 2015 superó a Muguruza, con la que pierde 1-2 en sus duelos particulares. De la española dice que es "asombrosa". "Es la favorita. Es muy agresiva. La vi jugar contra Kuznetsova y me impresionó mucho. Yo saldré a disfrutar. La gane hace dos años, pero una semifinal de Wimbledon es diferente. Voy a luchar y a darlo todo y que pase lo que tenga que pasar. Puede ocurrir un milagro". En eso están Rybarikova y su entrenador, Peter Huber.

Sus preferencias, Pretty Woman, Coldplay, Federer...

Le gustan el sushi y el té helado; su película favorita es Pretty Woman; adora a Richard Gere y a Tom Cruise; donde más disfruta es en Nueva York y en París; escucha a Coldplay y admira a Roger Federer y a Martina Hingis. En casa le esperan un patito de juguete (su amuleto de la suerte) y su perro, cuyo nombre es Dolor. Todo un símbolo de lo que Rybarikova ha superado.