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CHICAGO CUBS

Los 'pecados' que Miguel Montero cometió en los Cubs

El catcher fue despedido por los Cachorros de Chicago, pero más allá de sus declaraciones sobre Arrieta, hubo otros aspectos a tener en cuenta.
Partido en vivo, juego de las estrellas MLB, grandes ligas

Miguel Montero ha cometido muchos errores en los Cubs y el último fue señalar exclusivamente a un compañero sin asumir su responsabilidad.
Getty Images

Tal como ocurría con Cenicienta, el reloj dio las doce campanadas y la calesa de los Chicago Cubs se convirtió en una calabaza, mostrando una imagen bien distinta de ese equipo lleno de entusiasmo y confianza que levantó su primer trofeo como campeones de las Series Mundiales por primera vez desde 1908.

Al igual que en el cuento de rigor, el despertar ha sido duro y un equipo que se presentaba (y lo sigue haciendo) con muchas expectativas de poder instaurar su particular dictadura sobre las Mayores, ganando títulos consecutivos desde que los New York Yankees lo lograsen entre 1998 y el 2000, se ha encontrado lidiando con una mediocridad como marca su récord 39-39, que sería un prometedor balance cuando nos encaminamos al All-Star Break... para cualquier otro.

Lo ocurrido con Miguel Montero es un exponente de una campaña en la que las frustraciones y las expectativas no cumplidas están marcando la defensa del vigente campeón, y el venezolano cometió el último de sus pecados que han terminado por acabar su etapa con los Cubs, una en la que fue providencial en momentos puntuales de los pasados playoffs.

No tener el don de la oportunidad

Miguel Montero nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de decir una cosa o la contraria. Tal ejercicio de sinceridad es de agradecer en no pocas ocasiones, pero hay momentos en los que no resultan más apropiados como el elegido durante la parada por el downtown de Chicago para quejarse de la utilización que se le dio durante 2016 y a lo largo de los playoffs. Aunque cenaron juntos durante el spring training, Joe Maddon intentó pasar página y eso parecía… hasta la última entrega.

Señalar con el dedo a un compañero

Un error mayúsculo a ojos de cualquier entendido de este deporte. Cierto es que Jake Arrieta es lento a la hora de ejecutar sus envíos y no deja mucho margen a su catcher a la hora de prevenir los robos de base, pero también lo es que Montero se había convertido en un problema en defensa y no limitado a esta campaña. Si unes a un pitcher así con alguien que tarda 2.12 segundos en conectar con el compañero en base, es la unión perfecta para… no eliminar casi a nadie, como le ha ocurrido en 31 de 32 ocasiones en 2017 y en 59 de 66 intentos, cuando la media de la liga es del 28%.

Utilizar los medios de comunicación

Los trapos se lavan en casa. Se comprende la frustración de Montero tras los siete robos de base, pero no se puede utilizar a los periodistas para manifestarla. Tomemos por ejemplo lo ocurrido con Jon Lester y David Ross, siendo el primero muy limitado a la hora de gestionar el juego de carrera. ‘Grandpa Rossy’ le insufló confianza, diciéndole que se preocupara de eliminar al bateador, que del corredor se encargaba el catcher… y eso se hace de puertas para adentro.

Enfadar a los menos indicados

Tercer aspecto que se relaciona con los anteriores. Aunque Jake Arrieta estuvo conciliador tras pedirle Montero perdón, un peso pesado como Anthony Rizzo dejó muy a las claras su opinión, calificando como de egoísta su comportamiento. Y luego están Joe Maddon y Theo Epstein, cortando por lo sano un potencial problema y distracción para lo que resta de temporada. No es muy habitual ver a un GM calificar de “mal compañero” a un jugador, pero eso es lo que ocurrió a un miembro que no pertenecía a los planes de futuro del club, anticipando su marcha por unos meses.