En los Lakers comparan a Lonzo Ball con Rodgers y Brady
La nueva adquisición del draft del equipo de la NBA de Los Angeles tiene una capacidad para el pase que recuerda a los mejores QBs de la NFL.
El general manager de Los Angeles Lakers, Rob Pelinka, tiene unas enormes expectativas puestas en su más reciente adquisición, el base Lonzo Ball, al que escogió con el número dos en el pasado draft de la NBA. Y con "enormes" no creo que me esté quedando corto. Dijo Pelinka de Ball: "La forma en que pasa el balón me recuerda a quarterbacks como Aaron Rodgers o Tom Brady. Tiene esa clase de talento, de bendición".
Pocas bromas.
Es evidente que no hay que tomar muy en serio este tipo de declaraciones, al calor de la llegada de un nuevo jugador a una franquicia histórica como son los Lakers, porque la obligación del general manager es, también, vender el producto y tener a la afición hipermotivada de cara a la próxima temporada y de cara al futuro inmediato.
Pero resulta un poco excesivo que se compare a un chaval que aún no ha jugado ni un segundo entre los profesionales con dos de los mejores jugadores de la historia de la NFL, uno de ellos, Brady, sin duda el mejor de todos ellos.
A Lonzo Ball, en el terreno del baloncesto, se le ha comparado con Jason Kidd o, apuntando aún más arriba, con Magic Johnson. Tiene un padre bocazas que es la delicia de todos los periodistas deportivos norteamericanos porque les regala barbaridad tras barbaridad, titular tras titular, como cuando dice que su hijo es ya mejor que Stephen Curry y barbaridades similares.
Además, Ball llega a unos Lakers que no tienen el número dos del draft por casualidad sino por ser un mal equipo de la NBA, y que lo lleva siendo demasiado tiempo, por lo que la exigencia de que empiecen a ganar partidos en breve es alta, y recaerá sobre sus hombros, en especial.
El hecho de que amén de todo lo anterior se le ponga en un nivel parecido, aunque sólo sea hablando de capacidad de pase, de Aaron Rodgers y Tom Brady resulta una guinda a las disparatadas expectativas que se han generado en torno al muchacho.
Ah, una última cosa: Aaron Rodgers y Tom Brady han llegado a donde han llegado tras vivir un draft decepcionante y ser reservas en sus equipos en un primer momento. Un lujo del que no dispondrá Lonzo Ball.