Max Scherzer y el arte de ponchar: Llega a los 2000
El as de los Washington Nationals se convirtió en el tercer lanzador más rápido en alcanzar la cifra.
Jack Cassel, de los Astros, fue el primero en darle un trago a la amarga medicina que sale del brazo de Max Scherzer. No será el último.
De hecho, desde aquel 29 de abril de 2008, cuando el ahora as de los Washington Nationals hizo su debut en Grandes Ligas al entrar de relevo por el mexicano Edgar González en apenas la tercera entrada de la derrota de los Diamondbacks de Arizona 6-4 en casa ante Houston, otras 1999 víctimas han emulado a Cassel.
Y han desfilado a un ritmo histórico.
Con el ponche que le recetó el domingo al dominicano Nomar Mazara, de los Rangers, en la cuarta entrada, Scherzer se convirtió en tercer pitcher que más rápido llega a los 2000 ponches en su carrera, uniéndose a una exclusiva lista.
Scherzer, el 79no lanzador en la historia en alcanzar los 2000 abanicados, llegó a tal cifra en la tercera menor cantidad de entradas, 1783 y dos tercios, solo superado por las 1711 y un tercio del dominicano Pedro Martínez y las 1733 y un tercio de Randy Johnson.
De igual forma, es tercero con la menor cantidad de juegos en un empate con el legendario Nolan Ryan en 287 partidos, solo detrás de los 262 de Johnson y los 277 de Clayton Kershaw, quien alcanzó la cifra apenas el pasado 3 de junio.
“Es realmente grandioso”, dijo Scherzer, quien sabe una o dos cosas sobre la grandeza al presumir entre sus logros dos trofeos Cy Young, dos juegos sin hit y un partido de 20 ponches. “Uno de estos días me pondré a pensar sobre esto”.
Pensar. Así como lo han hecho tantos de sus enemigos que han intentado descifrar una recta con mucho movimiento en combinación con su letal slider. Pocos han encontrado respuesta y Adam Dunn no fue uno de ellos.
El ahora retirado toletero ha sido su mejor cliente con 24 ponches en 50 turnos. Pero al menos Dunn puede presumir algo de éxito con sus cuatro jonrones en contra de Scherzer, no como Ryan Howard que le batea para .095 con 13 ponches en 21 turnos.
Ni que decir de Jayson Nix (.000 con nueve ponches en 12 turnos), Anthony Gose (8 ponches en igual número de turnos) o la potente dupla de Paul Goldschmidt y Kris Bryant, que se combinan para “batear” de 20-0 con 13 ponches.
Eso se define en dos simples palabras: Dominio absoluto.
Sin embargo, al igual que aquel abril de 2008 cuando atendió a Jack Cassel y a otros seis Astros, su hito del domingo ocurrió en una derrota 5-1 ante Texas. Ahí es cuando uno se da cuenta del espíritu competitivo que es el motor de Scherzer en el montículo.
“Duele un poco que haya sido en una derrota. Pero uno sigue adelante”, reconoció.
Uno sigue adelante abriéndose paso a rectazos y ponchando a quien tenga que ponchar.