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Pretemporada NFL

Los equipos con más urgencia por volver a playoffs en la NFL

Ocho franquicias llevan más de un lustro sin pisar los partidos de la lucha por el título. Algunas de ellas están a un paso de romper la racha.

Los equipos con más urgencia por volver a playoffs en la NFL

No hay liga en el mundo en la que haya tanta rotación en la cima como en la NFL. Lo normal, de temporada en temporada, es que la mitad de los equipos que van a playoffs cambien, por lo que la sensación de época fracasada es algo coyuntural, pasajero y rápido. Pongamos de ejemplo, no sé, a los San Francisco 49ers o a los New Orleans Saints, hasta hace nada peleando por campeonatos y ahora en un trienio sin playoffs.

Sin embargo, eso no impide que haya franquicias que no puedan superar su mal momento por muchos entrenadores y general managers que por allí pasen. Incluso con cambios de propietarios. Son rarezas en un sistema, basado en el draft y en un límite salarial estricto, que premia la igualdad, la competitividad absoluta entre sus 32 miembros y la rotación en la cima como ningún otro.

Ocho franquicias, en concreto, llevan más de un lustro sin arrimarse a los partidos que llevan a la Super Bowl y, para ellos, la urgencia empieza a ser asfixiante a la hora de volver a ser competitivos. Algunos de ellos están a un paso de romper esa racha. Estos son:

Grandes aspiraciones

Jacksonville Jaguars, 9 temporadas sin playoffs (racha más larga de su historia)

Es difícil entender por qué los Jaguars han sido tan malos últimamente. Se han gastado un señor pastizal en agentes libres, sobre todo en defensa, y han elegido en el draft algunos jugadores, pongamos que los receptores mismo, que pintan de fábula.

Los dedos acusadores apuntan, por supuesto, al entrenador, Gus Bradley, y al QB, Blake Bortles. Lo del primero lo han solucionado poniendo al frente de la franquicia a dos personas con bastante más bagaje como son Doug Marrone y Tom Coughlin. Lo del segundo tendrá que esperar ante el que, sin duda, es su año clave en lo que lleva de profesional.

Defensa y carrera serán sus señas de identidad en una campaña en que aspiran, de verdad, a no alcanzar la década sin playoffs.

Tampa Bay Buccaneers, 9 temporadas sin playoffs

Desde el mismo momento que escogieron en el draft a Jameis Winston supieron que tenían en casa a su QB franquicia para la próxima década y, por lo tanto, se han dedicado a rodearle de jugadores especiales en el ataque. Y vaya si lo han hecho: DeSean Jackson, Mike Evans, Cameron Brate, Doug Martin, O.J. Howard... el talento de este grupo es enorme.

Tan claro lo tuvieron, que incluso despidieron a su entrenador, Lovie Smith, para dar las llaves del equipo al coordinador ofensivo, Dirk Koetter, a las primeras de cambio.

Tennessee Titans, 8 temporadas sin playoffs (empatados en la racha más larga de su historia)

Han seguido un camino contrario al de los Bucs, pero con la misma sensación de tener lo más importante cerrada con Marcus Mariota. Estos han apostado por establecer las trincheras y el juego de carrera y, ahora, le han aportado velocidad con las dos primeras elecciones de este draft. No quieren llegar a las nueve temporadas sin playoff, lo que sería un récord negativo en la franquicia.

Un nuevo inicio, otra vez

Buffalo Bills, 17 temporadas sin playoffs (racha más larga de su historia)

He aquí la peor franquicia de la NFL en este siglo. Perdón. La peor franquicia de todos los deportes profesionales norteamericanos, pues en ninguna gran liga hay otro ejemplo de equipo que no pisara los playoffs en todo el siglo XXI.

Empiezan otra vez un proyecto. Esta vez el hombre fuerte parece ser el entrenador, Sean McDermott, al que se le ha dado mucha libertad para construir el equipo. En cualquier otro sitio cuando se estrena entrenador y general manager se suelen dar tres años de plazo a ver qué tal ¿En Buffalo? Veremos. Son demasiados años de futilidad.

Cleveland Browns, 14 temporada sin playoffs (racha más larga de su historia)

¿Qué no se ha dicho ya de los Cleveland Browns? Objeto de mil millones de bromas y uno de los equipos más erráticos de la liga desde su refundación a finales de siglo XX. Pero, poco a poco, parece que están saliendo del hoyo gracias al cambio de rumbo radical que pegaron el año pasado al dejarse en manos de ese general manager bicéfalo que presenta los nombres de Sashi Brown y Paul DePodesta

Tras acumular y acumular y acumular elecciones del draft han empezado a gastarlas y somos muchos los que creemos que de manera acertada. No, no están aún para pelear por los playoffs, o eso parece, pero se van acercando.

Los Angeles Rams, 12 temporadas sin playoffs (racha más larga de su historia)

El nuevo inicio de los Rams tiene que ver con todo. Con absolutamente todo. Incluida la ciudad, que volver a Los Angeles no es moco de pavo ni poco importante para explicar que, ahora mismo, la prioridad competitiva no es la más urgente y sí lo es la social (aunque vayan unidas)

Con un QB elegido en el #1 del pasado draft, un nuevo entrenador, una nueva ciudad que conquistar y un ataque sospechoso, no parece que su ya larga década sin playoffs vaya a acabar a corto plazo.

Ni chicha ni limoná

Chicago Bears, 6 temporadas sin playoffs

Los Bears han sido pillados en mitad de dos aguas y no se sabe muy bien si vienen o si van. John Fox, su entrenador, parece tener los días contados y, por si no tuviera problemas bastantes, le meten en casa el asunto este de tener dos Qbs titulares, que así han de considerarse Mike Glennon y Mitch Trubsiky pues lo suelen ser los que ganan 15 millones de dólares al año (el primero) y los que son el #2 del draft (el segundo). Hay cierta sensación de interinidad en este proyecto.

New York Jets, 6 temporadas sin playoffs

Salvo lo de los QBs, poco más o menos que lo de los Bears se puede decir de los Jets. Todd Bowles suena como un gran candidato a no ser entrenador jefe el año que viene y el proyecto se ha visto atrapado entre las fuerzas de la reconstrucción y la competitividad sin decidirse por ninguno de los dos lados. Mal asunto. Entre pitos y flautas, también como los de Chicago, ya son seis años sin oler postemporada, y hay que apostar que serán algunos más.