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Chicago Bears

El #2 del draft que sigue con su viejo Toyota de 270.000 kms.

Mitch(ell) Trubisky viajó desde Carolina del Norte a Chicago con el coche que le regaló su abuela a pesar de tener 30 millones de dólares.

El #2 del draft que sigue con su viejo Toyota de 270.000 kms.

Ryan Pace, general manager de los Chicago Bears, fue a cenar con Mitch(ell) Trubisky en el proceso preparatorio al draft de la NFL. No tenía mucho sentido la cita a priori porque el equipo acababa de firmar a Mike Glennon, quarterback que lo era de los Tampa Bay Buccaneers, por la nada despreciable cifra de 45 millones de dólares por tres años, 18 de esos millones garantizados, así que no era de esperar que fuesen a elegir en primera ronda otro pasador.

A esa cena Trubisky acudió como a tantas otras durante aquellas semanas. De hecho, hizo saber, con humor, que estaba un poco harto de comer con tanta gente importante, tantas corbatas, y que si iba a perder la forma. Que estaba encantado de entrevistarse con todos sus potenciales empleadores, pero no más veces ante una mesa con comida, por favor.

Otra cosa que era común a esas reuniones es que se desplazaba en su propio coche y que éste era una vieja tartana: un Toyota Camry de los años 90, con más de 270.000 kilómteros en su carrocería, y que le había regalado su abuela al entrar en la universidad de North Carolina.

A Pace aquello le gustó. Mucho. Tanto que tras elegirle en el draft, por sorpresa y pagando una primera ronda, dos terceras y una cuarta por subir al #2 a por él, le hizo prometer que iría desde Carolina del Norte hasta Chicago con el trasto. "Cámbiale el motor si quieres, pero tienes que traer el coche", le dijo.

No es que tuviese que insistir, porque esa era la misma idea que tenía Trubisky sobre su forma de afrontar los primeros días como profesional. "No sabía si podría hacer todo el viaje, porque está muy viejo, pero sabía que lo iba a intentar", aseguró el quarterback.

Lo aseguró al llegar a Halas Hall, en Chicago, donde está el cuartel general de los Bears. Llegó ayer de cara a los primeros entrenamientos oficiales de rookies, que comenzarán este viernes para la franquicia. Y cumplió su palabra.

Es bueno subrayar que Trubisky va a firmar un contrato de alrededor de 30 millones de dólares por los próximos cuatro años. Sin embargo, ha querido demostrar que se considera una persona prudente y nada dada a los excesos, y que afronta este capítulo de su vida con humildad. Le va a hacer falta, porque el futuro de los Chicago Bears recae sobre sus hombros.