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DETOCHO

El inexplicable y abierto boicot de la NFL a Colin Kaepernick

El exquarterback de los 49ers no tiene equipo ni ofertas en una liga con muchas vacantes.
Patriots-Eagles: Super Bowl LII en vivo

Ciudad de México
SANTA CLARA, CA - JANUARY 1: Colin Kaepernick #7 of the San Francisco 49ers fires the team up on the field prior to the game against the Seattle Seahawks at Levi Stadium on January 1, 2017 in Santa Clara, California. The Seahawks defeated the 49ers 25-23. (Photo by Michael Zagaris/San Francisco 49ers/Getty Images)
Michael ZagarisGetty Images

Quiero dejar algo bien en claro: No soy fan de Colin Kaepernick, el quarterback. Nunca lo he sido, nunca lo seré.

Su acto de llegar al Super Bowl bien puede llevar el título de “El Burro Que Tocó La Flauta”. Sus decisiones dentro del campo son cuestionables, su progresión de receptores prácticamente inexistente y su mejor arma, las piernas, ya vieron pasar sus mejores años.

Si esos son los motivos para que Colin Kaepernick no tenga trabajo en 2017, los entiendo. Vamos, los aplaudo. Pero su desempleo está vinculado a otras razones y quienes acusan que es cuestión meramente deportiva no engañan a nadie.

El motivo de su desempleo está mucho más relacionado con el ejercicio de su libertad de expresión en un país que se jacta de ser “la tierra de la libertad”, que con su capacidad o falta de ella para conectar en una ruta skinny post.

No hace falta mandar un cohete al espacio para darse cuenta de que hay un trabajo para Kaepernick en una liga en donde Trevor Siemian, Brock Osweiler, Geno Smith o Christian Hackenberg recibirán su cheque semanal la próxima temporada. No sé si Kaepernick tenga más facultades que alguno de ellos, pero sí estoy seguro de que no tiene menos.

Ninguno de ellos fue nombrado como el mejor compañero de su equipo. Kaepernick sí. Ninguno de ellos regaló sus viejos trajes hechos a la medida a personas que acaban de salir de prisión. Kaepernick sí. Ninguno de ellos es parte de las 100 personas más influyentes de la revista Time. Kaepernick sí. Ninguno de ellos reunió el miércoles a 50 niños del área de Chicago para enseñarles sobre sus derechos... y bueno, ya saben quién sí lo hizo.

¡Vaya rufián! Con razón no tiene trabajo en una liga que está a nada de incorporar como franquicia de expansión a Mean Machine con todo y Paul Crewe.

El pecado de Kaepernick fue expresarse sobre la brutalidad policiaca contra la comunidad negra de Estados Unidos de una manera que tocó demasiadas fibras sensibles.

Al parecer la libertad de expresión en Estados Unidos termina con las primeras notas del Himno Nacional. Tommie Smith y John Carlos no se pusieron de rodillas. En su lugar levantaron sus puños en el podio de los Juegos Olímpicos de México 1968 y son vistos como íconos. Kaepernick es un paria.

Es que con las protestas, al igual que con las trayectorias de pases, el ‘timing’ lo es todo. Y algo en lo que Kaepernick nunca se destacó.

Optó por la expresión política en un momento en el que la sociedad estadounidense daba un giro hacia posturas mucho más conservadoras, como lo muestra la elección de Donald Trump. Si el exquarterback de San Francisco tenía la esperanza de que sus protestas fueran bien recibidas en la liberal California, en donde Trump fue vapuleado en las boletas, se equivocó.

El lema de campaña del ex astro de “Home Alone 2” fue “Estados Unidos primero”, y no hay cosas mucho más estadounidenses que el himno nacional y un partido de football. Además, se manifestó en medio de una campaña presidencial, llena de divisiones, tensión racial y migratoria.

Más importante aún, sus acciones fueron percibidas por muchos como una afrenta a las fuerzas armadas, que para los estadounidenses son intocables. ¿Y saben que hay también en California? Un montón de soldados y bases. Kaepernick nunca vio venir a ese linebacker. ¡Sack!

Para la NFL lo que hizo Kaepernick es aparentemente imperdonable. En una liga de segundas o terceras oportunidades, o las que sea que lleve Aldon Smith (siempre y cuando no estén en video ¿verdad Ray Rice?), Kaepernick no tiene cabida.

¿Pacman Jones? Bienvenido. ¿Greg Hardy? Bueno, cometió un error. ¿Joe Mixon? Vaya talento, no podemos quedarnos sin él. Vamos, el mismo Kaepernick solo recibió un manotazo cuando fue investigado por una supuesta violación en 2014.

La NFL siempre ha manejado estándares de disciplina cuestionables, por decir lo menos. Cuatro juegos por una investigación de violación (Ben Roethlisberger), cuatro juegos por desinflar balones, cuatro juegos por fumarse un porro. Cuatro juegos por leer este texto. Ese es uno de los motivos por los que la oficina de Roger Goodell mantuvo distancia del caso y no emitió sanción alguna, primero porque está literalmente prohibido por la constitución, y segundo, ¿para qué atraer más críticas si puedo dejar que los demás hagan el trabajo sucio?

Claro, la liga se puede escudar en el estatus de Kaepernick como agente libre para achacar su desempleo como una cuestión estrictamente deportiva. Solo hay un pequeño problema con eso, nadie les cree. Miren: Mark Sanchez, Geno Smith y Matt McGloin también fueron agentes libres este año. Deportivo mis polainas.

Todo esto tiene que ver con asuntos políticos. Tiene que ver con el hecho de ocho dueños de equipos hicieron donaciones millonarias al desfile de investidura de Donald Trump. Tiene que ver con que apenas el 21 de marzo el presidente habló sobre la situación laboral de Kaepernick al decir que muchos equipos estaban temerosos de firmarlo porque “no quieren recibir un tuit malvado de Donald Trump”.

Así que todo se resume a un boicot o a que Kaepernick tiene al peor agente del mundo. Y su agente le consiguió un contrato de 114 millones de dólares por seis temporadas hace apenas tres años. Así que no va por ahí.