Los Patriots, los favoritos con mayor margen en una década
Las apuestas dan al equipo de New England más de doce victorias en temporada regular, algo que no ha pasado en los últimos diez años.
Se dice que para saber de verdad de deporte, o al menos para acercarse lo más posible a saber qué puede suceder, a quien hay que escuchar es a las casas de apuestas de Las Vegas, que se juegan muchísimo dinero cuando marcan sus favoritos y los precios que se pagan por tal o cual resultado. Dado que estos precios se mueven al son de lo que la gente está dispuesta a apostar, y no por lo que opine un grupo de personas concreto, lo que muestran es un espectro tremendamente democrático sobre la opinión general en cuanto a esas predicciones.
Por eso no puede extrañar que los New England Patriots se hayan convertido, en las casas de apuestas, en el mayor favorito de la temporada 2017. Hasta tal punto que hacía una década que no veíamos tanta diferencia con los demás equipos de la NFL en lo que a victorias en temporada regular se refiere.
Según los apostantes, los Patriots ganarán más de 12 partidos en la temporada regular y, por supuesto, son también los favoritos para conquistar su sexta Super Bowl.
Los actuales campeones han dedicado la agencia libre a reforzarse a corto plazo al cambiar elecciones del draft por jugadores contrastados como Brandin Cooks, Kony Ealy, Dwayne Allen o Mike Gillislee, amén de gastarse un buen dineral en una de las joyas del mercado, el cornerback Stephon Gilmore, y mantener a los dos hombres que más riesgo tenían de irse y que más preocupaban al staff técnico, Dont'a Hightower y Malcolm Butler.
Como para no ser los favoritos prohibitivos, vaya.
Detrás de los Patriots, en Las Vegas se confía mucho en los Pittsburgh Steelers y los Seattle Seahawks, ambos con más de diez victorias en la temporada regular. En la parte baja, tampoco os sorprenderá, aparecen los Cleveland Browns y los San Francisco 49ers, con unas cuatro victorias previstas para cada uno de ellos.
Si queréis apostar, ahí están los números. Aunque alguien más sensato que yo os diría que apostar en la NFL es un deporte de riesgo extremo, y que todo lo anterior se puede venir abajo un domingo cualquiera.