Se cumplen 23 años desde que nos dejó Ayrton Senna
Hoy, 1 de mayo, se cumple otro aniversario del día que el brasileño perdió la vida en Imola. Su leyenda continúa tan viva como siempre.
Hoy, 1 de mayo de 2017, se cumplen 23 años de una de las fechas más negras en la historia de la Fórmula 1, del automovilismo y del deporte en general. Un circuito, una curva, un nombre, se interpondrían en la vida de uno de los más grandes para convertirlo en una leyenda para los restos. Imola y Tamburello fueron el final de Ayrton Senna en aquel domingo de un fin de semana trágico en la pista italiana que también vio cómo el día anterior se accidentaba fatídicamente Roland Ratzenberger.
En aquella primavera de 1994, con tres títulos y el corazón de todos en su poder, el brasileño dejó la Tierra para convertirse en mito. Fue, es y será un referente para todos aquellos que quieran ganarse la vida siendo pilotos o practicando cualquier deporte. Es inevitable, todos los años viajamos al pasado hacia aquel maldito día para rendirle el homenaje sincero y eterno que se merece y para darle las gracias por lo mucho que nos hizo disfrutar con sus dotes únicas al volante y reflexionar con sus sabias palabras.
"Si una persona no tiene sueños no tiene razón de vivir, soñar es necesario aun cuando el sueño va más allá de la realidad". "Los cobardes mueren varias veces antes de expirar, el valiente solo prueba la muerte una vez". Son dos de algunas de sus frases célebres, y una la llevó hasta las últimas consecuencias. Un valiente que pilotaba con 'velocidad, alma y emoción', las tres cualidades que le definen a la perfección y que estarán reflejas en la obra que decorará la plaza de Sao Paulo que hoy recibe su nombre. Todo homenaje es poco. Senna, siempre.