Zidane es de Champions

Zidane llegó como jugador al Madrid con la etiqueta de Gato Negro. Le acusaban desde Turín de que era gafe ya que con él la Juve perdió dos finales de Champions ante Borussia Dortmund (1997) y Real Madrid (1998). En 2002 aquella final de Glasgow entre Bayer Leverkusen y Madrid cambió su historia. Al tocar La Novena Copa de Europa del Madrid, su primera, respiró casi aliviado: “No soy gafe”. Ese estigma que le persiguió como jugador hasta su llegada a la capital española desapareció de un plumazo con aquel golazo suyo y como entrenador la historia es bien distinta…

Zizou es míster Champions en el Madrid y no sólo por el título conseguido en Milán la temporada pasada. Ha logrado que cada vez que se escucha la música de la Champions el equipo multiplique su fiabilidad. Desde su llegada al banquillo blanco en enero de 2016, han ganado todas las eliminatorias que ha jugado: Roma, Wolfsburgo, Manchester City, Nápoles y Bayern. Además, su balance en la competición es casi perfecto: doce triunfos, cuatro empates y sólo una derrota ante el Wolfsburgo.

Ahora se vuelve a medir al Atlético de Madrid con el reto de lograr lo que nadie consiguió en Champions: romper la maldición del campeón desde que la competición cambió de formato (1993). Está a tres partidos de lograrlo, pero Zidane no quiere despistes. El año después de la Décima, vivió desde el Castilla cómo la Juventus, con Morata a la cabeza, dejaba al Madrid sin la final de Berlín ante el Barcelona. Cada vez que suena la música de la Champions ahora Zidane sonríe, pero no se confía. Sabe que la suerte cambia en cualquier momento...