El curioso caso de Eric Hosmer en las Grandes Ligas
El primera base de los Royals es tan maltratado por la sabermetría como alabado por el béisbol más tradicional.
Hay en este mundo dos confrontaciones que nunca llegarán a su fin. Están condenadas a prolongarse en el tiempo sin que haya ni vencedores ni vencidos. Una es la que enfrenta a vampiros contra licántropos. La otra a los viejos dinosaurios defensores del béisbol tradicional contra los nerds de la estadística avanzada. Lo de la primera casi que se lo dejamos a Hollywood y nosotros nos ponemos con la segunda.
Cuando en los primeros 2000 Billy Beane revolucionó la manera de dirigir una franquicia de la MLB (si hay algún despistado que vea la película Moneyball protagonizada por Brad Pitt), las estadísticas avanzadas salieron a la luz pública. Eran algo que ya existía, pero cuyo seguimiento era minoritario. El éxito de los A’s propició que muchas otras organizaciones empezaran a introducir el enfoque sabemétrico en su toma de decisiones.
Diferentes enfoques
Desde ese momento se estableció un enfrentamiento enconado entre aquellos hombres de béisbol que las desprecian totalmente y los jóvenes graduados en universidades de la Ivy League que empezaron a acceder a los despachos de algunas franquicias sin tener experiencia previa en el mundo del béisbol.
Las visiones de unos y otros están tan enfrentadas que los que a unos les parecen súper estrellas dignas de contratos millonarios son simples peloteros average para los otros y viceversa. Hay un caso concreto que ejemplifica a la perfección estos dos enfoques: el de Eric Hosmer.
Hosmer ha sido galardonado con el Gold Glove (premio que se da al mejor jugador defensivo en cada posición) hasta en tres ocasiones y su papel en los Royals finalistas y campeones de las Series Mundiales en 2014 y 2015 respectivamente fue fundamental. Ned Yost, su entrenador, ha dicho que es un mago y son muchos los que lo ven como uno de los mejores inicialistas de la MLB.
De hecho, Jim Leyland lo colocó como primera base titular del Team USA en el pasado Clásico Mundial. Decisión bastante controvertida porque dejaba en el banquillo a Paul Goldschmidt, el tercer bateador que más WAR ha acumulado en las Mayores en los últimos cuatro años. Leyland esgrimió que la titularidad de Hosmer era debida a sus intangibles.
Leyland no es el único que ha alabado los ‘intangibles’ de Hosmer. Sin embargo, la estadística avanzada lo odia. Su WAR en las últimas cuatro temporadas no sólo dista mucho del de Goldschmidt, sino que está por debajo del de Lucas Duda o Brandon Moss.
La estadística avanzada nos dice que su ofensiva es sensiblemente superior a la media (wRC+ de 111 entre 2013 y 2017) pero es fácil ver que carece del poder que se les supone a los primeras bases. Pese a su limitada capacidad para pegar home runs, sí que es un jugador con facilidad para remolcar carreras. Consigue buenos contactos y logra poner la bola en juego en muchas ocasiones. Esta habilidad le ha servido para impulsar 334 carreras en los últimos cuatro años, solo 65 menos que Goldschmidt.
Un mago con el bate
Donde Hosmer es un absoluto maestro es en las High Leverage Situations. En esos momentos de los partidos en que los músculos se atoran y el sudor frío te paraliza los números de Hosmer se disparan, apareciendo su nombre junto al de Mike Trout, Josh Donaldson o Joey Votto.
Si a esta ofensiva le añadimos una buena defensa nos encontraríamos ante un jugador de lo más apañado, pero aquí llega lo sorpresa. La sabermetría no alaba especialmente el bate de Hosmer, pero machaca su defensa. El mismo jugador al que la MLB le otorgó el premio a mejor defensor de la Liga Americana en 2013, 2014 y 2015 es un espanto a ojos de la estadística avanzada.
Es cierto que hasta los sabermétricos afirman que los datos sobre el fildeo son algo que hay coger con pinzas y en los que de vez en cuando se ven cosas que resultan anómalas. !Pero es que la mayoría de portales especializados ven a Hosmer como un defensor muy inferior a la media y en las listas aparece en compañía de gente como Miguel Cabrera o Chris Davis!
Teniendo en cuenta que la cantidad de equipos que confían en el análisis sabermétrico es cada vez mayor, Hosmer debería estar preocupado por su salida a la agencia libre el próximo invierno. Podría perder mucho dinero. Pero parece tranquilo. Quizás sea porque Scott Boras es su agente o porque confía en sus posibilidades. “La estadística avanzada nos daba 70 victorias y ganamos las Series Mundiales”, comentó en una ocasión en la que se le preguntaba sobre el mal lugar en el que FanGraphs y otras webs dejaban a su defensa. “Eso te dice lo buenas que son”.
Creo recordar que era Pepe Carvalho, el detective creado por Vázquez Montalbán, quien decía que solo hay una cosa tan excesiva como quemar libros; leerlos.
Podríamos decir lo mismo sobre esto: tan estúpido es entregarse a la sabermetría sin prestar atención a nada más como despreciarla totalmente.