Aaron Hernández y otras estrellas de la NFL en prisión

O.J Simpson: Uno de los personajes más conocidos de la historia del deporte norteamericano. Absuelto del asesinato de su esposa y un amigo en 1995, en la actualidad cumple 33 años de condena en Nevada por robo a mano armada y secuestro.

Lawrence Phillips: Un caso similar al de Aaron Hernandez. Philip jugó para varias franquicias de la NFL y NFL Europa. El jugador cumplía un total 32 años por violencia doméstica y asalto con arma. El jugador también decidió suicidarse en la cárcel.

Darren Sharper El safety que fuera campeón de la NFL con los New Orleans Saints en 2010. Fue elegido para el mejor equipo de la década de los 2000. En 2014 fue arrestado acusado de violación en serie. Tras una serie de nuevas denuncias de varias mujeres que le acusaban de drogarlas y agredirlas sexualmente fue declarado culpable y recibió una sentencia de nueve años de cárcel.

Lawrence Taylor: La leyenda de los New York Giants se declaró culpable de proxenetismo y conducta sexual inapropiada con una menor. Su hijo Lawrence jr, cumplió 10 años de prisión por la violación de dos niñas de 13 años.

Rae Carruth: El ex receptor de Carolina Panthers fue declarado culpable de pagar a un amigo para asesinar a un hombre que había estado saliendo con una mujer a la que Carruth había dejado embarazada. La mujer, Cherica Adams, recibió cuatro disparos y murió en el hospital; su hijo sobrevivió, pero sufrió un daño cerebral permanente.

Ray Lewis: leyenda viva de los Baltimore Ravens se vio inmiscuido en un caso de asesinato. Llegó a un acuerdo con la fiscalía, admitiendo los cargos de obstrucción a la justicia. La Sangre de uno de los hombres asesinados fue encontrada dentro de la limusina de Lewis. Por lo que la sospecha de su culpabilidad siempre ha estado latente.

Michael Vick: Fue uno de los grandes jugadores de la década de los 2000 en la NFL. Cuando estaba en el apogeo de su carrera fue condenado a 23 meses de prisión por organizar peleas de perros clandestinas en su casa.