Muere Dan Rooney, uno de los personajes NFL más influyentes
El expropietario de los Pittsburgh Steelers falleció a los 84 años de edad, dejando a su paso un enorme legado.
Es difícil imaginar el rostro sin dientes de Jack Lambert, los devastadores golpes de Mel Blount o a un tipo que simplemente era apodado “Mean”, doblegándose ante la diminuta figura de Dan Rooney.
Nada de qué avergonzarse ahí. No eran los únicos, de hecho, esa era la norma. Rooney, quien falleció el jueves a los 84 años de edad, dejó a su paso un legado incalculable para la NFL, al grado que fue amigo y confidente de tres comisionados de la liga, una de las reglas de inclusión y diversidad más importantes del deporte estadounidense lleva su nombre, y el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama emitió un comunicado para expresar su pesar por el deceso.
Eso sin contar los dos estadios y seis Lombardi que llevó a un mercado deportivamente pequeño, en donde los Pittsburgh Steelers tienen trato de deidad.
Y nadie era más grande que Dan Rooney en ese sentido. Ni “Mean” Joe Green, ni “Big” Ben Roethlisberger.
Desde que tomó las riendas de las operaciones diarias del equipo en 1969 de manera tácita y en 1975 de forma oficial, Rooney llevó a Pittsburgh primero al coach Chuck Noll, y con él seis títulos de Super Bowl, 14 campeonatos divisionales, 8 cetros de la AFC y el respeto a una franquicia que antes de él nunca había jugado un solo partido de postemporada.
Con Rooney al frente, el equipo se ha convertido en el estándar de regularidad y continuidad, con solo tres entrenadores desde 1969. A su cargo, se seleccionó en el draft a inmortales de la talla de Greene, Jack Ham, Lambert, Franco Harris, Blount, John Stallworth, Lynn Swann, L.C. Greenwood, Terry Bradshaw y Mike Webster.
No es coincidencia que Roger Goodell lo haya definido en su comunicado como “una de las mejores personas en la historia de nuestro deporte”.
Y no solo por su propuesta de la “Regla Rooney” que obliga a todos los equipos a entrevistar a por lo menos a un candidato de minorías raciales para cualquier vacante. O por sus contribuciones al comité de expansión de 1976 que permitió que Seattle y Tampa estén actualmente en la liga. Goodell habla de lo que todos en Pittsburgh saben: “su dedicación al deporte, los jugadores y los coaches, su amada Pittsburgh y a los fans de los Steelers de todo el mundo no tenía comparación”.
Es por eso que Antonio Brown dijo en Twitter: “El número 84 será por los 84 años que pasó marcando una diferencia”.
Roethlisberger dijo en un breve comunicado. “Hoy se nos fue uno de los grandes. No sería un Steeler de no ser por Mr. Rooney”.
Es lógico que todos en Pittsburgh doblen la cabeza, y la rodilla al hablar de Dan Rooney. Pero no se esperaría de un presidente de Estados Unidos.
“Sé que la gente de Pittsburgh que lo quiso, no solo por los Super Bowls que ganó como dueño de los Steelers, sino por su espíritu generoso, llora su muerte”, escribió en un comunicado el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien lo nombró embajador en IOrlanda en 2009. “Michelle y yo enviamos nuestras condolencias a la familia Rooney, unas de las personas más atentas y humildes que conocemos, incluso hoy al celebrar la vida de Dan Rooney: una buena persona, una persona de campeonato”