Los Cubs entregan anillos de campeón de alto calibre
Lo único más deslumbrante que las sortijas, fueron los rostros que iluminaron Wrigley Field.
Los Chicago Cubs ahora tienen una sortija tan grande como la espera de su ansiado campeonato. Y tan brillante como para iluminar a Wrigley Field.
Y un poco más.
El momento que muchos pensaron que no llegaría, y por el que muchos murieron esperando su llegada, finalmente se dio antes del juego ante los Los Ángeles Dodgers, cuando se realizó la entrega de anillos de campeonato a los Cubs. En total, 1,908 sortijas. Sí, el mismo número del año de su campeonato previo.
Pero si creen que eso es coincidencia, piénsenlo dos veces. Esta joya está repleta de metáforas y simbologías. Tantas que es difícil decidir por dónde empezar a verla.
La base es una sortija de oro blanco de 14 quilates, ninguna novedad ahí. El logo del equipo está conformado por 33 rubíes que suman un total de 3 quilates. El círculo azul se realizó con 46 zafiros cortados a la medida, 2.5 quilates de ellos. Y desde luego, 108 diamantes a su alrededor: uno por cada año de espera y martirio.
Por un costado, el nombre y número de cada jugador junto al emblemático banderín con la W, ahí hay otros 31 diamantes más.
Del otro, la fachada de Wrigley Field y la pizarra con la leyenda “Cubs Win”, una silueta del trofeo de campeonato, con un enorme diamante blanco circular al centro, en representación del cetro, flanqueado por dos diamantes corte princesa que representan los dos campeonatos anteriores de la franquicia.
Demasiado brillo. Pasemos a la parte de adentro, en donde se grabaron los resultados de las tres series de playoffs, la fecha y la hora, sí, la hora del ansiado título: 11-3-16, 12:47 am. Y al lado de todo eso, un detalle que completa la obra. Una cabra, para exorcizar cualquier remanente de la maldición.
Como testigos, nuevamente los Dodgers, que no solo tuvieron que recordar la dolorosa eliminación ante los Cubs en la Serie de Campeonato el lunes, cuando el equipo realizó la ceremonia de izamiento del banderín. Sino que ahora, para que no se les olvide, también tuvieron que ver la entrega de anillos. Un cruel recordatorio para una franquicia histórica que no ha tenido un momento como este desde 1988.
Pero eso no es nada con el tiempo que tuvieron los Cubs para planear sus ceremonias, dos en total para que más aficionados pudieran ser testigos de la historia, la cereza en el pastel no estuvo en la sortija, sino en quienes las entregaron: las personas más afectadas por 108 años de corazones rotos, los aficionados.
Se seleccionó a un total de 20 ganadores, de entre 13 y 90 años de edad, de entre los más de 1,500 videos inscritos para participar en la ceremonia, vaya compensación a tantos años de decepciones. Tener un anillo de ese calibre en sus manos y entregarlo directamente al autor de su felicidad.
Con ello, los Cubs pueden cerrar la puerta al histórico 2016, y enfocarse de lleno en la defensa de su título. Y siempre que lo necesiten, tendrán un recordatorio de lo alcanzado, de los fantasmas enterrados.
Un brillante y enorme recordatorio.
Pero no importa el tamaño. Si los Cubs pudieron cargar durante tanto tiempo con el peso de una maldición, seguro podrán con el peso de esta joya.