Michael Irvin, investigado por la policía por un asalto sexual
El receptor mítico de los Cowboys, que ahora es analista en NFL Network, fue denunciado por una mujer que afirma haber sido drogada y violada por él.
La NFL siempre es muy severa con sus empleados, ya sean jugadores o comentaristas, en lo que se refiere a delitos sexuales. En febrero de 2015 Warren Sapp fue despedido de forma fulminante de su trabajo como analista en NFL Network después de que dos prostitutas le denunciaran por agresión. La liga ni siquiera esperó a saber la sentencia judicial para ponerlo en la calle. Sapp ganó una Super Bowl con los Buccaneers, es considerado uno de los mejores defensas del cambio de siglo y había entrado en el Hall of Fame en 2013… aunque ya tenía algunos antecedentes por violencia doméstica.
El caso Big Ben
En 2010, Ben Roethlisberger fue sancionado con cuatro partidos tras ser denunciado por una joven que aseguró que el jugador había intentado abusar de ella en los baños de un bar. Al final, la mujer retiró la denuncia y hubo un acuerdo amistoso, pero la NFL mantuvo la sanción al jugador… que ya había sido denunciado con anterioridad por violación por una camarera de un hotel. Poco después de aquellos sucesos, Big Ben contrajo matrimonio y desde entonces su vida personal no ha vuelto a causarle sobresaltos, al menos públicos.
Michael Irvin en el punto de mira
Esta vez, el denunciado ha sido Michael Irvin, receptor mítico de los Dallas cowboys de los ’90, miembro del Salón de la Fama. Una mujer de 27 años le acompañó desde un bar hasta la habitación de un hotel el pasado 21 de marzo en Ft. Lauderdale (Florida), donde dijo sentirse indispuesta hasta perder el sentido. Según ella, antes de desmayarse tuvo un forcejeo con Irvin. Cuando despertó, el antiguo jugador se estaba marchando de la habitación y ella llamó a la policía pensando que había sido drogada y violada.
Michael Irvin y su abogado niegan los hechos, y afirman que la mujer siguió al jugador a la habitación, que él solo estuvo en ella 15 minutos, y que no hubo ningún tipo de relación sexual.
El problema es que Michael Irvin, como le sucedía a Warren Sapp, tiene antecedentes de agresión sexual. En el primer caso, en 1997, la denunciante fue condenada a 90 días de cárcel por perjurio y en el segundo, en 2007, la demanda terminó con un acuerdo amistoso.
Viendo los antecedentes de la NFL en lo que se refiere a este tipo de casos, no sería de extrañar que Michael Irvin pudiera tener problemas para mantener su trabajo en NFL Network. Puede ser injusto, y más si no se sabe a ciencia cierta lo que hay de real y de mentira en esta última denuncia, pero la liga es inflexible casi siempre en estos casos, y más con personas que han tropezado en esa misma piedra con anterioridad.