La NFL abofetea a Oakland y su plan para mantener los Raiders
Roger Goodell, comisionado de la liga, escribió una carta a la alcaldesa de la ciudad diciéndole que sus esfuerzos no son suficientes.
Por si teníamos pocas pruebas acerca de la intención de la NFL de recolocar a los Raiders en Las Vegas, saliendo de Oakland, Roger Goodell nos ha dejado la mejor de ellas. A apenas unas horas de que comience la reunión de primavera de los propietarios de la liga, donde habrá que votar sobre si se inicia ese proceso de traslado, el comisionado de la liga ha hablado alto y claro.
En concreto, Goodell ha escrito una carta abierta a la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, en la que le dice que los esfuerzos que ha hecho la ciudad para mantener a los Raiders no han sido satisfactorios. Schaaf propuso la pasada semana un nuevo plan de construcción de un nuevo estadio, un proyecto de 1,3 mil millones de dólares; a Goodell, según explicó en la citada carta, ese plan le pareció impreciso, sin compromisos concretos y sin afrontar los problemas que, hasta ahora, han apartado este problema de una solución satisfactoria para todas las partes.
Estos problemas serían de precio del suelo, de compromisos a largo plazo, de inversión pública y, en general y como acostumbra la NFL, de que los impuestos de los ciudadanos carguen con la mayor parte del proyecto mientras la mayor parte del beneficio se lo quedan los dueños de la franquicia y la propia liga.
Goodell asegura que en los últimos dos años se ha intentado de todo, en su opinión, para mantener a los Raiders en Oakland pero que no han encontrado la disposición correcta por parte de la ciudad a la que, además, le afean el centrarse más en buscar soluciones a largo plazo para el equipo de béisbol, los Ahtletics, que para el de football.
Las Vegas aguarda
Todo ello parece indicar que la NFL tiene muy claro que le gustaría que se aprobase el permiso del proceso de traslado a Las Vegas. De los 32 propietarios de franquicia, 24 han de dar el sí para que eso suceda. Puede que este mismo lunes se sustancia el asunto.
En Las Vegas los problemas no serían pequeños. Sobre todo los relacionados con las apuestas y la imagen pública de una liga que siempre ha tenido reticencias a ser unida al juego y mucho más a la ciudad del pecado.
Sin embargo, el dinero que llegaría a las arcas globales parece que convencerá a los propietarios para que olviden sus dudas y, de paso, su fidelidad a la afición de Oakland. De entrada, el proyecto de construcción del estadio en Las Vegas tiene a la ciudad y a numerosos inversores privados ávidos de aportar su parte, algo que no tiene Oakland. Y el impuesto de traslado, de 350 millones de dólares en este caso, se repartiría entre los otros 31 equipos.
En el último año los Rams y los Chargers se han movido de ciudad. O mucho cambian las cosas, o los Raiders parecen destinados también a preparar la mudanza.