Los Texans mandan a Osweiler a Cleveland y miran a Romo

La NFL es genial. Cada vez más imprevisible e imaginativa. Llevamos más de un mes dándole vueltas a cómo pueden hacer los Texans para librarse del imposible contrato de Osweiler (72 millones de dólares por 4 años) y nadie en todo el universo pudo imaginar lo que iban a hacer para conseguirlo.

La solución al problema era bien sencilla y todos salen ganando. Los Cleveland Browns, que tenían más de 100 millones para gastar, han cambiado dinero por una segunda ronda del draft de 2018 y una sexta de 2017. A cambio, los Texans se han librado de un problema, recuperan al menos 10 millones de margen frente al cap, y reciben una cuarta ronda de 2017. Hasta tal punto llega la verbena, que según Ian Rapoport, los Browns podrían cortar a Osweiler en las próximas horas, porque no están interesados en absoluto en el jugador, sino en las rondas del draft que les ha proporcionado.

Cambiar dinero por rondas altas del draft

Llevamos varios meses sin entender la política de los Browns desde que llegaron a sus oficinas Sashi Brown y Paul DePodesta. Parecía que su intención era dar una vuelta de tuerca a la política financiera de los equipos de la NFL y aplicar el ‘MoneyBall’ y las estadísticas avanzadas que habían fascinado y reinventado previamente la MLB. Nos parecía que era imposible descubrir mundos nuevos y, sin embargo, quizá esta sea la primera vez que alguien descubre la manera de intercambiar dinero por rondas altas dentro de la NFL. No sería raro que la liga, siempre muy conservadora, decidiera en el futuro un cambio de reglas para impedir este tipo de movimientos sorprendentes e increíblemente imaginativos.

Los Browns, que tienen un problema con su excesivo dinero para gastar, más de 105 millones de dólares, han aprovechado la circunstancia para liberar a los Texans de un contrato que les tenía maniatados. Osweiler costaba a Houston este año 19 millones de dólares si se lo quedaban y 25 millones si le cortaban. Su margen de maniobra para encontrar quarterback era mínimo porque su quarterback actual ocupaba tanto espacio salarial que se bloqueaba cualquier otro fichaje costoso, y cualquier otro quarterback lo era. Osweiler solo acabó la temporada pasada como titular por la lesiones de Tom Savage, que le había arrebatado el puesto.

Para Cleveland no era ningún problema asumir los 16 millones del contrato de Osweiler. Ni siquiera lo es cortarlo, que les costaría también 16 millones. Sin embargo, resulta muy jugoso conseguir una segunda ronda de 2018 que les ayude a seguir construyendo el equipo. Ya no queda ninguna duda de que quieren convertir a los Browns en competitivos a base de elecciones altas en el draft, que van acaparando sin parar desde hace doce meses.

Los Texans, a por Tony Romo

Por su parte, los Texans se libran de su mayor lastre y vuelven a tener margen contra el cap para encontrar un quarterback. De entrada, casi todo el mundo da por hecho que pujarán por Tony Romo. Hasta hace pocos minutos parecía inevitable que los Denver fuera el destino final del quarterback de los Cowboys, sin embargo, los Texans ahora entran en la pelea con un proyecto que puede ser muy atractivo para Romo, ya que los de Houston pueden ser aspirantes este mismo año y el jugador seguiría jugando en el mismo Estado de Texas.

Sin embargo, no habría que descartar que si los Texans no logran hacerse finalmente con Romo, puedan pujar por Garoppolo con ayuda de esa cuarta ronda adicional que han conseguido en el draft de este año, y que les permitiría hacer una oferta jugosa a los Patriots ahora que no están lastrados por Osweiler.