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AFC Norte desde dentro

El nudo gordiano de los Steelers durante la offseason

Pittsburgh enfrenta importantes decisiones. Acometer renovaciones y extensiones de contrato con tan limitado espacio salarial puede llevarles a tomar medidas drásticas.

El nudo gordiano de los Steelers durante la offseason

En su camino hacia la conquista del imperio persa, Alejandro Magno pasó por Frigia. En el templo dedicado a Zeus de su capital Gordio, el fundador de la ciudad había atado un nudo imposible de deshacer. Contaba la leyenda que quien pudiese desatarlo, dominaría toda Asia.

A semejante reto imposible se enfrentan los Steelers esta pretemporada: mantener el bloque que les llevó a la final de la Conferencia Americana, sin apenas espacio salarial para retener a sus figuras, ni muchos menos, para pensar en adquisiciones de relumbrón en la agencia libre.

Para añadir más dramatismo a la situación, Roethlisberger ha manifestado que se replanteará su futuro año a año. Nadie duda que esté en 2017, pero es razonable pensar que realmente no le quede mucho football en su castigado cuerpo. Sin un equipo competitivo que le permita pelear por el anillo, sus ganas de volver al emparrillado pueden reducirse drásticamente.

El principal objetivo del Manager General Kevin Colbert será renovar a Le’Veon Bell. Retener al mejor corredor de la liga no será barato. Lo normal es que le designen “jugador franquicia” para poder negociar hasta Julio un contrato ventajoso para ambas partes, o al menos, asegurar su concurso como mínimo un año más. Esta maniobra le costará algo más de 12 millones de $.

Dos veteranos pilares del front-seven también terminan contrato. El OLB Harrison, a sus 38 años, no muestra signos de declive, y podría volver a un coste asumible. Sin embargo, el ILB Timmons, con 30, aún puede recibir ofertas interesantes de otros clubes, y habría que rascarse el bolsillo para que retorne… o resignarse a su marcha y cubrir su baja con Vince Williams.

Un caso especial es el de Villanueva. Como agente libre con derechos exclusivos, si los Steelers le ofrecen renovar por el mínimo, debe firmar o no podrá jugar en la NFL. Sin embargo, el LT ha declarado que prefiere dejar el football antes que exponer su salud por un salario ridículo si lo comparamos con su presencia en el campo (con 1083 snaps fue el único jugador del ataque que los jugó todos) y sobre todo, por su juego (para la web Pro Football Focus fue el 23º de 78 LT analizados) ya que únicamente concedió 4,5 sacks esta temporada y sólo uno de ellos en los últimos 10 partidos. Con 29 años cuando se dispute la campaña 2017, no está en edad de ir renovando año a año (en 2018 sería Agente Libre Restringido, su situación sólo mejoraría ligeramente), por lo que es natural que quiera una solución a más largo plazo, o si no, se buscaría un futuro fuera de la NFL. Por lo que le conocemos, no va de farol, así que si Colbert no quiere debilitar el lado ciego de Roethlisberger, bien haría en ofrecerle un contrato con una remuneración acorde a su rendimiento y una duración que garantice estabilidad en la posición.

Otro asunto espinoso es el Antonio Brown. Al WR más desequilibrante de la competición le prometieron una mejora de contrato (los 8 millones y pico de dólares anuales que cobra están por debajo del valor de mercado para un receptor de su categoría). Sin embargo, polémicas dentro del club (como airear el discurso de Tomlin dentro del vestuario tras la victoria en el playoffs divisional) ha llevado a algunas franquicias a preguntar a Colbert si estaría dispuesto a traspasarle. La respuesta ha sido un “no” rotundo, pero si no es capaz de llegar a un acuerdo en la restructuración de su contrato, quizá cambie de estrategia e intente conseguir algo por él este año en vez de perderle, sin compensación, el que viene. Tener a un jugador a disgusto nunca es buena idea, y no sería la primera vez que Pittsburgh deja ir a su receptor estrella.

Por otra parte, en previsión de posibles conflictos futuros con el salary cap, sería aconsejable extender la vinculación con el club de jóvenes prometedores próximos a finalizar su contrato rookie, como el DE Tuitt o el LB Shazier. Todo esto lleva a suponer que habrá jugadores que por edad (DeAngelo Williams), bajo rendimiento (Jarvis Jones, Shamarko Thomas), o tener ya sustituto en la plantilla (Wheaton con Rogers, Landry Jones con Mettenberger) no vayan a volver. Igualmente, con el fin de reducir el impacto económico contra el tope salarial no descartaría despidos como el del TE Green (una lástima lo suyo con las lesiones) o el WR Heyward-Bey. Así cortaron al CB Gilbert, quien ya fracasó en Cleveland, y cuyo traspaso costó tirar una 6ª ronda.

La expresión “deshacer el nudo gordiano” ha quedado en el lenguaje como sinónimo de enfrentar un desafío irresoluble. El emperador Alejandro lo tuvo claro: sacó su espada y lo cortó. Así solventó el problema y cumplió la profecía de conquistar Asia. Quizá los Steelers se vean abocados a seguir idéntica táctica: cortar ataduras e iniciar una pequeña reconstrucción.